Por Ana María Cañizares, CNN en Español

El exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas fue condenado este lunes por un tribunal de la Corte Nacional de Justicia a 13 años de prisión por el delito de peculado en el caso Reconstrucción de Manabí. Con esta sentencia, Glas—actualmente recluido en la cárcel La Roca en Guayaquil—suma ya tres condenas por delitos relacionados con corrupción.

Según la Fiscalía General del Estado, el caso Reconstrucción de Manabí investigó el uso indebido de fondos públicos destinados a la reconstrucción y recuperación económica a través de un comité liderado por Glas tras el terremoto de magnitud 7,8 que azotó a las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas en abril de 2016. Ese año, se promulgó la Ley Orgánica de Solidaridad y Corresponsabilidad Ciudadana para reactivar económicamente las zonas afectadas.

La condena también aplica para Carlos Bernal, ex secretario de Reconstrucción, quien se defendió de manera virtual durante el juicio, ya que no ha regresado a Ecuador desde 2018. Su defensa afirmó que reside en Estados Unidos, donde tiene un negocio, y que no tiene planes de regresar a Ecuador.

“El tribunal determinó que—aunque no firmaron documentos—ambos contribuyeron a la ejecución del delito”, indicó la Fiscalía.

El fiscal general Wilson Toainga sostuvo que tanto Glas como Bernal dieron mal uso a los fondos públicos provenientes de la ley de solidaridad, que tenían como destino exclusivo la reconstrucción.

“Las necesidades urgentes de las víctimas no fueron atendidas; en su lugar, los fondos se usaron en proyectos que no correspondían a ese fin”, añadió Toainga.

La Fiscalía dijo que el tribunal concluyó que se aprobaron proyectos “no prioritarios” con pleno conocimiento de Glas y Bernal. Resaltó gastos superfluos, proyectos sin estudios previos, construcciones ilegales y derroche de fondos.

Tras el juicio, el abogado de Glas, Andrés Villegas, dijo a los medios que esta sentencia “sepultó el último vestigio de justicia penal ecuatoriana”. Insistió en que Glas no manejó fondos públicos ni promovió la contratación de proyectos, calificando la sentencia como una “fabricación”.

“Como abogado, me avergüenza ver cómo se justifica lo injustificable”, dijo Villegas.
Agregó que la defensa apelará la sentencia e incluso podría presentar un recurso de casación.

Roberto Calderón, abogado de Bernal, también rechazó la sentencia de 13 años, afirmando que el caso tiene motivaciones políticas y se basa en hechos “no probados”.

“No estamos de acuerdo con la decisión de los jueces porque no refleja los argumentos de la defensa ni los resultados de los contrainterrogatorios a testigos y peritos de la Fiscalía. Se refiere a hechos que no fueron probados en esta audiencia”, afirmó.

La sentencia incluye una multa de aproximadamente $28,200 y una reparación integral de $250 millones por daños materiales e inmateriales, a ser divididos proporcionalmente entre Glas y Bernal. Además, inhabilita de manera permanente a ambos para ocupar cargos públicos.

Asimismo, la condena requiere que los sentenciados presenten disculpas públicas ante un juez y a la ciudadanía mediante un video de difusión pública que contenga la frase:

“La corrupción no es solo un delito, es una traición a la confianza del pueblo.”

Desde 2017, Glas cumple otras dos sentencias por asociación ilícita y cohecho agravado relacionadas con el escándalo de sobornos de Odebrecht y otros casos. También ha sido convocado por la Fiscalía para rendir testimonio en el caso del asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio. Su defensa sostiene que la Fiscalía “intenta construir una narrativa falsa”.

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