Conoce a la nueva fuerza policial nacional de Estados Unidos
Análisis de Zachary B. Wolf, CNN
La agencia cuyos funcionarios operan con la cara cubierta, y que no temen romper ventanas, detener a legisladores y levantar a inmigrantes indocumentados pacíficos de la calle, está a punto de convertirse en la fuerza policial federal mejor financiada de Estados Unidos.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ya viene actuando con impunidad durante el segundo mandato del presidente Donald Trump.
Un video de agentes a caballo y en vehículos blindados en el Parque MacArthur de Los Ángeles es impactante tanto por la demostración de poder militarizado como por la total incapacidad de la alcaldesa de la ciudad, Karen Bass, para hacer algo al respecto.
“Tienen que irse, y tienen que irse ya”, declaró el lunes a los periodistas en el lugar.
Pero los funcionarios del Gobierno de Trump no sienten la necesidad de escuchar a las autoridades locales en una ciudad como Los Ángeles.
“Mejor acostúmbrense a nosotros ahora, porque esto volverá a la normalidad muy pronto”, declaró el lunes a Fox News el jefe del sector de la Patrulla Fronteriza de El Centro, Gregory Bovino, en respuesta a Bass. Esta nueva normalidad podría sorprender a los estadounidenses que no están acostumbrados a una fuerza policial nacional federal operando dentro del país.
La megaley que Trump firmó la semana pasada elevará la imagen del ICE tanto en la conciencia estadounidense y en las calles.
El ICE tendrá más fondos que cualquier otra agencia federal de seguridad pública en los próximos años, según Aaron Reichlin-Melnick, miembro principal del Consejo Americano de Inmigración, una organización proinmigrante.
La nueva ley asigna US$ 75 mil millones al ICE hasta 2029 para contratar hasta 10.000 nuevos agentes y construir centros de detención para más de 100.000 personas adicionales.
“Convierte al ICE en una agencia de seguridad pública con mayor financiación que todo el FBI, la ATF, la DEA, el Servicio de Alguaciles de EE.UU. y la Oficina de Prisiones juntos”, explicó Reichlin-Melnick, tras promediar esos US$ 75 mil millones a lo largo de los próximos cuatro años, más del doble del presupuesto del ICE en cada uno de esos años.
Con todo ese dinero y la autorización para contratar nuevos agentes, el ICE se volverá aún más visible.
“La mayoría de las personas en Estados Unidos experimentarán la aplicación de la ley migratoria por primera vez en sus vidas”, predijo David Bier, director de estudios de inmigración en el Cato Institute, de tendencia libertaria.
El futuro que Bier prevé se ve así: “Ciudadanos estadounidenses siendo interrogados en las calles sobre su ciudadanía; agentes del ICE en edificios de apartamentos derribando puertas; tropas de la Guardia Nacional bloqueando el tráfico en las calles. En tu lugar de trabajo, tu casa, tu vecindario, tu parque, de forma muy visible e intencionada”.
Hacer que las redadas y las acciones sean lo más visibles que se pueda podría estar diseñado para ahuyentar a los inmigrantes y disuadir a cualquiera que, de otro modo, pudiera intentar llegar al país.
Bier también anticipa una “carrera desesperada por gastar todo este dinero en los próximos tres años”, antes de las próximas elecciones presidenciales.
El ritmo y la intensidad de las acciones del ICE ya han aumentado.
En junio, se registró un aumento significativo en el número de arrestos del ICE, que superó los 34.000, según datos recopilados por Austin Kocher, investigador de inmigración de la Universidad de Syracuse. Al mismo tiempo, el número de detenciones ha aumentado a más de 50.000.
El perfil de la población detenida también ha cambiado, según Kocher. Cuando Trump asumió el cargo, la mayoría de los detenidos tenían una condena penal. Ahora, un tercio de los detenidos podría tener solo una infracción migratoria civil.
Y la mayoría de los arrestos se realizan dentro del país, en lugar de en la frontera, según Kocher.
En el frenesí de contrataciones del ICE, es probable que se cometan errores, según Garrett Graff, quien ha escrito sobre un intento similar para reforzar rápidamente la seguridad fronteriza con nuevos agentes después del 11-S. En ese momento, las agencias, incluyendo el ICE, se reorganizaron bajo el ahora enorme Departamento de Seguridad Nacional.
“Lo que sucede cuando una agencia del orden público, a cualquier nivel, crece demasiado rápido está bien documentado”, escribió en su boletín informativo Escenario del Juicio Final. “Los estándares de contratación disminuyen, la capacitación se acorta, los oficiales de entrenamiento de campo terminan siendo demasiado inexpertos para impartir la capacitación adecuada, y los supervisores son demasiado inexpertos para saber cómo aplicar bien las políticas y los procedimientos”.
Finalmente, surgieron historias sobre corrupción y agentes reclutados por cárteles de la droga.
Ahora podría haber “una oleada de solicitantes especialmente atraídos por la brutalidad, las tácticas de policía secreta encubierta y la anarquía sin cuartel que el ICE ha implementado desde enero”, escribió Graff.
La aplicación de la ley migratoria no es equivalente a la aplicación de la ley penal, lo que significa que los agentes no tienen que adherirse a los estándares de los agentes del FBI ni de las fuerzas del orden locales.
“Se cuenta con una agencia que se centra principalmente en los no ciudadanos, pero que también está autorizada a arrestar a ciudadanos al mismo tiempo por ciertas infracciones de la ley”, dijo Reichlin-Melnick.
Los agentes del ICE también han operado intencionalmente en el anonimato, un cambio para cualquiera que espere que las fuerzas del orden se identifiquen.
Las mascarillas que usan frecuentemente los agentes hacen que el ICE parezca el tipo de policía secreta que opera en regímenes autoritarios. Pero, aparentemente, su propósito es proteger a los agentes de la divulgación de información personal.
“Lamento que la gente se ofenda por el uso de mascarillas, pero no voy a permitir que mis oficiales y agentes salgan a arriesgar sus vidas y a sus familias, porque a la gente no le gusta lo que es la aplicación de la ley migratoria”, dijo el director interino del ICE, Todd Lyons, durante una conferencia de prensa en Boston en junio.
Los funcionarios de Trump también parecen dispuestos a arrestar a funcionarios locales si llegara a presentarse el caso. El zar fronterizo, Tom Homan, afirmó que cualquier persona, incluidos los funcionarios electos locales y estatales, podría ser arrestada por el ICE.
“Pueden protestar si quieren; tienen ese derecho amparado por la Primera Enmienda”, declaró a Kaitlan Collins de CNN en junio. “Pero cuando cruzan la línea y ponen las manos sobre un agente del ICE, obstaculizan nuestras operaciones de seguridad, albergan y ocultan a sabiendas a un extranjero indocumentado, eso es un delito”.
El ICE también intentará detener y deportar a personas que no hayan cometido ningún delito. Entrar ilegalmente a Estados Unidos es un delito civil, que sin duda conlleva la deportación. Sin embargo, el Gobierno de Trump también ha tomado medidas para eliminar el estatus legal de literalmente millones de migrantes, según Bier.
Ha tomado medidas para revocar el estatus de protección temporal para múltiples grupos de migrantes de Centroamérica y Sudamérica, incluyendo cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses.
El gobierno está ahora preparado para intensificar la campaña para desnaturalizar o retirar Gla ciudadanía a quienes inmigraron legalmente a Estados Unidos.
Bier afirmó que la administración seguirá buscando nuevos grupos para deportar.
“La idea de que algún día estarán satisfechos con el número de deportaciones me parece absurda”, declaró.
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