La vida, carrera y mayores hazañas de Felix Baumgartner, el hombre que rompió la velocidad del sonido en caída libre
Por Sebastián Jiménez Valencia, CNN en Español
El paracaidista y saltador BASE austríaco Felix Baumgartner, reconocido por su salto récord desde la estratósfera, dejó un legado inigualable en el deporte extremo que ha llevado a un aluvión de mensajes y conmemoraciones por sus hazañas. Baumgartner murió el 17 de julio a los 56 años mientras practicaba parapente en Italia, donde estaba de vacaciones con su familia.
Baumgartner nació en Salzburgo en 1969. Aunque se había alejado de los focos tras sus gestas mediáticas, continuaba practicando vuelos en parapente, que compartía con más de 200.000 seguidores en redes sociales.
Comenzó a practicar paracaidismo a los 16 años y perfeccionó su técnica en el Ejército austríaco antes de iniciar su colaboración con Red Bull en 1988, una alianza que lo catapultó como uno de los atletas más reconocidos del mundo. Según la biografía en su página oficial, Baumgartner fue pionero en el salto BASE y batió 14 récords mundiales con hazañas desde rascacielos, acantilados y puentes. También fue el primero en cruzar el Canal de la Mancha con un ala de fibra de carbono y ha volado junto a un avión en caída libre.
Baumgartner recibió decenas de premios y trabajó como orador inspiracional en todo el mundo. Era también piloto de helicóptero comercial, participó en vuelos de rescate y causas benéficas, y apoyó investigaciones sobre lesiones medulares y proyectos humanitarios como FLY 4 LIFE. Además compitió en carreras automovilísticas como las 24 Horas de Bathurst.
El austríaco había realizado saltos BASE desde lugares emblemáticos como las Torres Petronas en Malasia y el Cristo Redentor en Río de Janeiro, pero alcanzó el reconocimiento internacional en 2012 cuando rompió un récord mundial al lanzarse en paracaídas desde una cápsula presurizada a unos 39 kilómetros (24 millas) de altura. La caída duró nueve minutos y aterrizó en el desierto de Nuevo México.
Una década más tarde, describió a CNN cómo se sintió en ese momento:
“Estaba parado ahí, en la cima del mundo, afuera de una cápsula en el espacio y en la estratósfera. Miré a mi alrededor y el cielo sobre mí estaba completamente negro”, dijo Baumgartner al periodista de CNN Sports Patrick Snell.
“Realmente intentaba absorber ese momento”, agregó.
Durante la caída, su velocidad superó los 1.350 km/h (más de 840 mph), rompiendo la barrera del sonido.
La llamada caída libre Red Bull Stratos tomó seis años de preparación, ya que el equipo trabajó en cada detalle del salto.
“Pensamos: vamos a construir la cápsula, fabricar el traje presurizado, practicar un tiempo, y luego subir hasta la estratósfera y volver a la Tierra a velocidad supersónica”, relató Baumgartner.
“A veces entrábamos a una reunión con tres problemas y salíamos ocho horas después con otros cinco… y sin solución a los anteriores”.
Para llevar a Baumgartner hasta la estratósfera, su equipo tuvo que construir un globo de helio del tamaño de 33 canchas de fútbol, con un peso de 1.682 kg (3.708 libras). Se necesitaban hasta 20 personas para moverlo sin dañar su material, que era diez veces más delgado que una bolsa de sándwich.
Pero la mayor amenaza para el proyecto fue, quizás, la más inesperada: la fortaleza mental de Baumgartner.
El traje debía estar presurizado y soportar temperaturas de hasta -72 °C (-9,6 °F).
“Es muy incómodo”, dijo Baumgartner. “Tienes una total falta de movilidad. Siempre se siente como si estuvieras respirando a través de una almohada. Estás completamente separado del mundo exterior. Así que, una vez que la visera está baja, todo lo que puedes oír es tu propia respiración”.
Poco después de aterrizar, Baumgartner dijo que le costó procesar sus emociones al acercarse a la Tierra.
“Tuve lágrimas en los ojos un par de veces mientras descendía, porque estuve sentado pensando en ese momento tantas veces, cómo se sentiría y cómo se vería”.
“Y fue muchísimo más grande de lo que había imaginado”, dijo.
El salto no solo fue una gesta deportiva y tecnológica: también aportó datos científicos clave para programas espaciales como el de la NASA.
Baumgartner perdió el control de su parapente y cayó en la piscina de un hotel en la localidad costera de Porto Sant’Elpidio, según reportó SkyTG24, afiliada de CNN.
El deportista sufrió un aparente malestar en pleno vuelo y perdió el control del parapente, precipitándose sobre la piscina de un complejo turístico, reportó EFE. Una joven resultó herida, aunque no de gravedad.
El alcalde de Porto Sant’Elpidio, Massimiliano Ciarpella, expresó en su página oficial de Facebook que su comunidad estaba “profundamente afectada” por la muerte de Baumgartner, a quien describió como un “símbolo de valentía”.
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