Análisis de Aaron Blake

Ha sido una semana larga llena de especulaciones sobre el motivo del asesinato de Charlie Kirk y la ideología de su perpetrador.

Pero el martes,finalmente recibimos una imagen más clara del sospechoso, Tyler Robinson, y sus acciones.

Los fiscales en Utah publicaron documentos de acusación que no atribuyen un motivo específico, pero que presentan varias pistas y arrojan luz sobre la conducta de Robinson.

Estos actos de violencia a menudo involucran a sospechosos y perpetradores con conjuntos de creencias y características a veces contradictorios, que no necesariamente encajan perfectamente en el político continuo derecha-izquierda, a pesar de los intentos de políticos y partidarios de culpar al otro lado.

No ha pasado mucho tiempo, sin embargo, y la información que tenemos hasta ahora proviene de las autoridades. Queda mucho por resolver en los tribunales.

Pero esto es lo que se sabe hasta el momento.

Los fiscales se han negado a declarar sobre lo que creen que motivó a Robinson. Pero quizás la evidencia más directa son sus supuestas alusiones al “odio”.

Los mensajes de texto muestran que el compañero de cuarto de Robinson le preguntó por qué lo hizo.

“Ya tuve suficiente de su odio”, respondió supuestamente Robinson. “Hay odios que no se pueden negociar”.

Los documentos de acusación señalan que la familia de Robinson también le preguntó por qué lo hizo, y él “explicó que hay demasiado mal y que ese tipo [Charlie Kirk] difunde demasiado odio”.

Esa evidencia parecería desacreditar las teorías de que Robinson pudo haber estado motivado por ideas de ultraderecha. Aunque algunos en la ultraderecha se han opuesto firmemente a Kirk —quizá hayas escuchado en los últimos días sobre los “groypers”—, generalmente no les gustaba porque no lo consideraban lo suficientemente radical.

Pero la evidencia hasta ahora no señala directamente a qué forma específica de supuesto “odio” se oponía Robinson.

El presidente de EE.UU. Donald Trump y sus aliados se apresuraron a decir que esto fue un ataque de la izquierda radical antes de que siquiera tuviéramos un sospechoso o pruebas concretas. Mientras tanto, algunos comentaristas de izquierda respondieron a las primeras pistas afirmando que Robinson era de ultraderecha. Quienes conocían a Robinson inicialmente dieron versiones contradictorias y confusas sobre su ideología política.

La evidencia más completa que tenemos ahora sugiere que Robinson tenía opiniones liberales.

Además de criticar a Kirk por supuestamente difundir odio, los documentos de acusación señalan que la madre de Robinson “explicó que en el último año aproximadamente, Robinson se había vuelto más político y había empezado a inclinarse más hacia la izquierda, volviéndose más a favor de los derechos gay y trans”.

Los documentos también indican que Robinson tuvo “varias” discusiones políticas con miembros de su familia, especialmente con su padre, y que ambos “tienen puntos de vista políticos muy diferentes”.

En los mensajes de texto, Robinson supuestamente describió a su padre como “bastante fanático de MAGA” desde que Trump asumió la presidencia.

Los documentos de acusación no incluyen los mensajes de texto inmediatamente antes o después de que supuestamente dijo eso, por lo que no está claro en qué contexto lo mencionó. Pero la evidencia limitada que tenemos de su familia sugiere que al menos tenía inclinaciones de izquierda y no estaba de acuerdo con su padre simpatizante de MAGA.

Sin embargo, esa escasa evidencia sobre sus inclinaciones políticas no respalda las afirmaciones del presidente y sus aliados de que Robinson formaba parte de la “izquierda radical”.

Es posible que Robinson tuviera opiniones más radicales que no compartía con su familia, pero los únicos temas específicos destacados en la evidencia hasta ahora son el apoyo a los derechos de las comunidades gay y trans.

Al principio se filtraron al público pistas no verificadas que afirmaban que la munición tenía grabados relacionados con la “ideología” transgénero. (Las balas no parecen tener nada de eso).

Más tarde supimos que el compañero de cuarto de Robinson —con quien tenía una relación sentimental— es “un hombre biológico que estaba en proceso de transición de género”, según lo que la madre de Robinson dijo a los investigadores. Los mensajes de texto muestran que Robinson se refería repetidamente a su compañero de cuarto como “mi amor” y “amor”.

Kirk había criticado vehementemente los derechos de las personas transgénero. En un momento, dijo que el país necesitaba “un juicio al estilo de Nuremberg para cada médico de clínicas de afirmación de género”.

Dado todo esto, sería lógico deducir que el “odio” al que Robinson supuestamente hizo referencia podría aludir a la crítica abierta de Kirk a los derechos de las personas transgénero. Pero los documentos no establecen una conexión explícita.

Los grabados en las balas siguen siendo una incógnita.

Aunque no había una aparente “ideología” transgénero en las balas, sí hay otras referencias que podrían interpretarse como una expresión de oposición al fascismo por parte de Robinson. Al mismo tiempo, esas referencias también podrían aludir a la cultura de los videojuegos y bromas en línea, más que a motivos políticos.

Otros grabados destacados incluyen una bala que decía: “¡Hey fascista! ¡Atrapa!” y otra que decía: “Oh bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao ciao”, según los documentos de acusación.

Sin embargo, esas primeras palabras iban seguidas de una serie de flechas que parecen señalar una maniobra en el videojuego Helldivers 2, un juego que muchos consideran una sátira del fascismo.

“Bella Ciao” es una antigua canción antifascista italiana, pero también ha sido celebrada por muchas otras causas y es popular en la cultura de los videojuegos.

Las palabras sugieren que Robinson estaba inmerso en una cultura en línea, a menudo cargada de ironía, donde los significados pueden ser confusos.

E incluso si las referencias eran a videojuegos, eso no significa que no pudieran reflejar también la oposición de Robinson al fascismo.

De cualquier manera, los mensajes de texto sugieren que Robinson podría haberse sentido satisfecho de que la gente se confundiera con sus referencias.

“Los malditos mensajes son en su mayoría un gran meme”, le habría escrito Robinson a su compañero de cuarto.

Según los mensajes, luego aludió a otro grabado que hacía referencia al viejo meme de “notices bulge”.

“… Si veo ‘notices bulge uwu’ en Fox New [sic] me va a dar un derrame”, habría añadido Robinson.

Cabe destacar que los documentos de acusación sugieren que este intercambio ocurrió antes de los primeros reportes sobre los grabados en las balas el jueves. Eso indica que Robinson anticipaba cómo serían recibidos, en lugar de reaccionar a la cobertura inicial sobre ellos.

En los últimos días, los republicanos han especulado mucho con la posibilidad de que Robinson no haya actuado solo, o que actos como el suyo hayan sido influenciados o financiados por grupos de izquierda en la sombra. Trump ha anticipado una ofensiva contra estos grupos, a pesar de la falta de pruebas que vinculen a Robinson con alguno de ellos.

“Es un vasto movimiento de terrorismo interno” dijo Stephen Miller, principal asesor de política interna de Trump.

“No es algo orgánico”, afirmó el martes el senador republicano Eric Schmitt de Missouri al referirse a la violencia de izquierda. “Es el producto de un sistema oscuro y clandestino financiado en parte con nuestros propios impuestos. … Este sistema acecha detrás de cada movimiento radical de izquierda en nuestro país hoy”.

Pero no hay pruebas reales de que las acciones de Robinson estén conectadas con alguna red de izquierda más amplia, ni siquiera en los documentos de acusación.

Los mensajes de texto sugieren que ni siquiera el compañero de cuarto de Robinson sabía lo que él estaba haciendo.

Y los mensajes tampoco indican que Robinson estuviera involucrado en algún grupo de izquierda. Si acaso, apuntan a su inmersión en la cultura de los videojuegos en línea.

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