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Hugo Alconada Mon, periodista y autor de, entre otros libros,“Topos: La historia real de los espías rusos que tomaron Buenos Aires como base de operaciones”, visitó este miércoles los estudios de CNN Radio para conversar sobre su apasionante nueva publicación y las repercusiones de un caso que recorrió el mundo.

“Es un caso que empieza a despuntar en enero del 2023. Todo comenzó por una pequeña noticia en un medio esloveno, levanto los teléfonos y comienzo a averiguar. Una alerta sobre un detenido con sospecha de espionaje. Tiro de la cuerda y lo que sale a la luz es una pareja de espías que vivió en Argentina entre 2009 y 2022, construyeron la “leyenda” para luego revestidos con la fachada de argentinos irse a Europa a completar la misión”, indicó en el inicio del relato en La Mañana de CNN, el programa que conduce Nacho Girón.

Y profundizó: “Espiaron a la Argentina también e incluso a las mamás del colegio. Hicieron una metodología que aplica Moscú, que a los espías los envía a distintas ciudades y tienen que buscar los colegios sensibles e importantes. Se acercan a reuniones de padres a determinados padres y madres”.

“Ella por ejemplo se hacía pasar como María Mayer y mandaba reportes sobre una madre que trabajaba de una empresa petrolífera y otra que trabajaba para una empresa petrolera. Todas de Vaca Muerta”, aclaró.

En este orden, el periodista especialista en investigaciones contó que “a cada uno de ellos les encontramos al menos cuatro identidades. En sus últimas dos encarnaciones estuvieron en Argentina, y ellos ya se conocían desde Rusia”.

“Se conocen en un entrenamiento sobre contraterrorismo. La sensación es que ellos realmente estaban enamorados. Tengo las dos fotos: del casamiento real y el trucho que tuvieron en Buenos Aires”, añadió.

Por otra parte, en referencia a la historia de su libro y estos dos espías, Alconada Mon dijo que “incluso Moscú fue aprendiendo de sus propios errores. Antes mandaban varones solos como espías. Luego, empezaron a ir con la pareja formada…”.

Al mencionar a los hijos de la pareja, el periodista consideró que “es la parte más brutal. La historia de los espías es increíble, pero más aún cómo es lo que le cuentan a los hijos y sus reacciones”.

“Es una bomba mental. El nene lo tomó para la broma, pero la niña aún más grande se largó a llorar”, expresó.

Finalmente, como parte de datos increíbles que repasó el periodista, confesó: “Los espías rusos tienen prohibido hablar en ruso incluso cuando tienen sexo”.

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