Por Issy Ronald, CNN

El aparente sonido producido cuando el sumergible Titán implosionó en junio de 2023 ha sido revelado en nuevas imágenes publicadas el jueves por la Junta de Investigación Marina, el máximo órgano de investigación de la Guardia Costera de Estados Unidos.

Las cámaras del buque nodriza del submarino captaron el momento en que Wendy Rush —cuyo esposo, Stockton, fundó OceanGate, la empresa que construyó el desafortunado buque, y fue una de las cinco personas que murieron en la implosión— oyó un leve crujido similar al portazo de un coche.

“¿Qué fue ese golpe?”, pregunta, volviéndose hacia las personas a su lado.

En ese momento, el submarino había alcanzado una profundidad de unos 3.300 metros y llevaba unos 90 minutos de descenso al fondo del océano para ofrecer a los pasajeros a bordo una vista de cerca del Titanic.

Se cree que ese “golpe” fue el momento en que el submarino implosionó. Sin embargo, momentos después, la tripulación del buque de apoyo recibió un mensaje del submarino informando que había soltado dos pesos, lo que podría haber dado la falsa impresión de que seguía operando con normalidad.

Chris Roman, profesor de la Escuela de Posgrado de Oceanografía de la Universidad de Rhode Island, declaró a CNN que el mensaje sobre los pesos podría haberse enviado poco antes de la implosión, pero que, debido a un retraso, el buque de apoyo solo lo vio posteriormente.

Todo sistema que transmite datos a través del agua tiene “algún tipo de búfer o retraso inherente relacionado con la sincronización o el procesamiento de la señal”, explicó.

“Si el mensaje de ‘pesos soltados’ se envió unos segundos antes de la implosión… es posible que la computadora no lo muestre inmediatamente al recibirlo. El tiempo es ajustado, pero posible. Realmente depende del sistema que estuvieran usando”.

Seis segundos después de ese mensaje, el buque nodriza perdió contacto con el submarino, de acuerdo con la cronología establecida por las autoridades que investigan la expedición fallida.

Cuando el submarino no logró emerger, se desató una dramática misión internacional de búsqueda y rescate en las remotas aguas a varios cientos de kilómetros al sureste de Terranova.

Días después, las autoridades encontraron los restos del Titán en el fondo del Atlántico Norte, a varios cientos de metros de los restos del Titanic.

Fallecieron Rush, el empresario Shahzada Dawood y su hijo de 19 años, Suleman; el empresario Hamish Harding; y el buzo francés Paul-Henri Nargeolet.

Desde la implosión, el destino del submarino ha sido presentado por algunos como un ejemplo de los peligros de la arrogancia y la codicia.

Los testimonios prestados durante las audiencias sobre el desastre pintaron un retrato contundente de OceanGate y Rush, quienes cobraron a los pasajeros alrededor de US$ 250.000 por inmersión a pesar de las diversas preocupaciones planteadas sobre la durabilidad del submarino.

Dos documentales programados para estrenarse en las próximas semanas, uno producido por la BBC y el otro por Netflix, investigarán a fondo las causas del desastre.

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Con información de Ray Sanchez y Graham Hurley de CNN.