Por Brad Lendon, CNN

Corea del Norte afirma haber reflotado con éxito un nuevo destructor que volcó durante su botadura el mes pasado. La prensa estatal informó que el buque dañado será trasladado a un dique seco en otro astillero para su reparación.

“Tras restablecer el equilibrio del destructor a principios de junio, el equipo lo amarró al muelle, realizando su botadura final de forma segura en la tarde de este jueves”, informó la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).

Una foto satelital tomada por Planet Labs el 5 de junio mostró al buque, anteriormente siniestrado, enderezado y aparentemente flotando en el agua, lejos del muelle donde tuvo lugar la desastrosa botadura.

El destructor de 5.000 toneladas es el buque de guerra más nuevo del país y estaba destinado a presentarse como un triunfo del ambicioso esfuerzo de modernización naval de Corea del Norte.

En cambio, una falla en el mecanismo de lanzamiento el 21 de mayo provocó que la popa se deslizara prematuramente al agua, aplastando partes del casco y dejando la proa varada en la borda, según informó KCNA en ese momento. Un día después, los medios estatales informaron que los daños no fueron tan graves como se temía inicialmente.

El líder norcoreano Kim Jong Un, quien presenció el lanzamiento fallido en la ciudad nororiental de Chongjin, lo calificó de “acto criminal”, y el gobierno anunció rápidamente la detención de cuatro personas, a quienes atribuye la responsabilidad del accidente.

Kim ordenó a las autoridades que reparen rápidamente el barco, aún sin nombre, antes de la sesión plenaria de finales de junio del gobernante Partido de los Trabajadores, y lo definió como un asunto de honor nacional.

KCNA informó este viernes que el objetivo de Kim será cumplido.

“La siguiente etapa de la restauración se llevará a cabo en el dique seco del Astillero Rajin durante un período de 7 a 10 días”, informó KCNA, añadiendo que el secretario del Comité Central, Jo Chun Ryong, quien lidera las labores de reparación, afirmó que “la restauración perfecta del destructor se completará sin falta” antes de la reunión plenaria.

La rapidez para reflotar el buque sorprendió a los analistas, quienes, basándose en las imágenes satelitales del accidente, previeron que el proceso tomaría mucho más tiempo.

“La gran cantidad de personal y, admitámoslo, un enfoque innovador para enderezar el buque permitieron encontrar una solución en dos semanas que no esperábamos en hasta dentro de cuatro o seis”, declaró el analista Carl Schuster, excapitán de la Marina de Estados Unidos.

El enfoque innovador aparentemente consistió en utilizar globos aerostáticos fijados al casco del buque para ayudar a equilibrarlo y reflotarlo, según mostraron las imágenes satelitales.

Los daños en el casco fueron menos graves de lo que los analistas esperaban tras lo ocurrido el 21 de mayo.

Durante la botadura lateral, en la que el buque debía deslizarse lateralmente, la popa del buque se deslizó hacia el agua mientras que la proa permaneció en tierra.

Los analistas consideraron que las tensiones ejercidas sobre el casco y la quilla durante un accidente de estas características podrían haber provocado su desguace.

Pero “el daño en el casco debe haber sido significativamente menor de lo estimado”, declaró Schuster.

Schuster añadió que si Corea del Norte puede dedicar el mismo esfuerzo a las reparaciones internas del buque de guerra que a su reflotación, podría estar listo para las pruebas en el mar mucho antes de lo que él habría pensado tras el accidente.

Los espacios internos del buque, así como la maquinaria y los componentes electrónicos, tendrán que ser purgados de agua de mar y sal seca durante el proceso de reparación, afirmó.

“Casi todo es factible si se está dispuesto a invertir los recursos y se cuenta con el talento humano para emplearlos”, concluyó Schuster.

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