Por Dakin Andone, CNN

Eran aproximadamente las 3:35 a.m. del sábado cuando dos agentes de policía de Brooklyn Park se acercaron a la casa de la expresidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota, Melissa Hortman.

El instinto los había llevado allí, impulsados por una llamada al 911 hecha 90 minutos antes por la hija del senador estatal John Hoffman. Según dijo ella, un hombre enmascarado había llegado a la puerta de su casa en Champlin, cerca de allí, y le había disparado al senador y a su esposa, el primer acto violento en una serie de incidentes que pondrían en marcha la mayor cacería humana en la historia del estado.

Los agentes de Brooklyn Park fueron a revisar “proactivamente” la vivienda de Hortman. Pero cuando llegaron a la casa de la expresidenta, alguien se les había adelantado: lo que parecía una patrulla policial se encontraba estacionada en la entrada, con las luces de emergencia encendidas, y un hombre vestido como agente estaba ante la puerta abierta.

Pero no era un agente de policía. Era un impostor que había usado “la confianza que inspiran esta placa y este uniforme” para entrar a la casa, diría más tarde esa misma mañana el jefe de policía de Brooklyn Park, Mark Bruley.

Disparó a otro hombre justo adentro de la vivienda. Luego, apuntó su arma contra los policías de Brooklyn Park antes de desaparecer en el tiroteo posterior, dejando tras de sí a cuatro personas baleadas, dos de ellas muertas: las últimas víctimas de una creciente ola de violencia política que afecta a Estados Unidos.

Durante el intercambio de disparos, el impostor se retiró dentro de la casa y pasó junto a Mark Hortman, el esposo de la expresidenta, quien había recibido múltiples disparos y estaba justo al cruzar el umbral.

Los agentes sacaron a Mark Hortman y le brindaron primeros auxilios. A pesar de sus esfuerzos, fue declarado muerto poco después.

Con el sospechoso aparentemente aún dentro de la casa, los agentes rodearon la vivienda y pidieron refuerzos. Cuando llegó el equipo SWAT, la policía envió un dron dentro de la casa de los Hortman, que queda cerca del final de una calle suburbana, con la parte trasera dando al campo de golf Edinburgh.

El video filmado por el dron mostró a Melissa Hortman, la principal demócrata de la Cámara de Representantes estatal y madre de dos hijos, muerta dentro de la casa.

El sospechoso se había ido, lo que desencadenó una búsqueda que concluiría 43 horas después con su detención en los bosques del condado de Sibley y una investigación en la que se revelaría que también había planeado atacar a otros dos legisladores estatales.

Era el mismo individuo, con su vehículo policial falso, placa, chaleco táctico y pistola eléctrica, que había llegado a la puerta de los Hoffman alrededor de las 2 a.m.

“Esto es la policía. Abra la puerta”, les dijo, según el fiscal federal Joe Thompson. Pero cuando los Hoffman vieron el rostro de la máscara “hiperrealista” y se dieron cuenta de que el hombre no era un agente, el sospechoso forzó la entrada y abrió fuego, dijo Thompson, disparando al legislador demócrata estatal de cuatro mandatos y a su esposa, Yvette.

Yvette Hoffman se lanzó sobre su hija adulta, protegiéndola de las balas del asesino, informó la filial de CNN, KARE, citando a su sobrino. El senador y su esposa sobrevivieron.

Agentes de Brooklyn Park acudieron para ayudar a la policía de Champlin en la casa de los Hoffman. Entre ellos había un “sargento muy intuitivo” que pidió a los agentes que fueran a ver a Hortman como parte de su “diligencia debida”, dijo Bruley, sin saber que los enviaba a un enfrentamiento directo con el sospechoso y, por suerte, a las primeras pistas de la investigación.

Hoffman y Hortman no eran los únicos objetivos del sospechoso esa noche, dirían después las autoridades federales, quienes revelaron que sus intentos de atacar a otros dos legisladores fueron frustrados. Tras disparar a los Hoffman, supuestamente fue a las casas de otros dos legisladores estatales. El primero, que vivía en Maple Grove, estaba de vacaciones, según Thompson.

Luego, el sospechoso fue a New Hope, donde presuntamente planeaba atacar a un senador estatal. Pero una agente local enviada a visitar al senador se topó con el sospechoso en su falsa patrulla, creyendo que era un agente legítimo. Cuando el sospechoso se negó a responderle, la agente fue a la casa del senador. Entonces, el sospechoso abandonó el lugar, según Thompson, antes de dirigirse a la casa de los Hortman.

Fuera de la casa de los Hortman estaba el vehículo del sospechoso, que contenía una aparente lista de objetivos con decenas de nombres, la mayoría políticos demócratas o figuras vinculadas al movimiento por el derecho al aborto, incluyendo Planned Parenthood. Las autoridades también hallaron tres rifles tipo AK-47 y una pistola 9mm.

La policía encontró lo que creen que era otra posible lista de objetivos, con más de una docena de potenciales víctimas adicionales, tras un registro que tuvo lugar el sábado en una vivienda vinculada al sospechoso, según un funcionario policial con conocimiento de la investigación.

Las autoridades trabajaban rápidamente para investigar un posible motivo. Pero para cuando el gobernador de Minnesota, Tim Walz, se dirigió a los periodistas en el Centro Estatal de Operaciones de Emergencia, alrededor de las 10:45 a.m. del sábado, parecía haber consenso sobre lo ocurrido la noche anterior en los suburbios al norte de Minneapolis.

“Esto fue un acto de violencia política dirigida”, dijo el gobernador.

De hecho, los ataques contra dos miembros del Partido Demócrata–Granjero–Laborista de Minnesota parecen ser los más recientes en una serie de atentados y complots de alto perfil documentados en los últimos años, dirigidos tanto a republicanos como a demócratas, conservadores y liberales.

La lista incluye dos intentos de asesinato contra el presidente Donald Trump y un complot de secuestro contra la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer.

El asesinato de Hortman “parece ser un asesinato con motivación política”, dijo Walz el sábado, instando al país a rechazar este tipo de violencia.

“El discurso pacífico es la base de nuestra democracia. No resolvemos nuestras diferencias con violencia ni a punta de pistola”, afirmó.

El sábado, mientras líderes de todo el país respaldaban las palabras de Walz, cientos de agentes —de Brooklyn Park, la Oficina del Sheriff del condado de Hennepin, la Patrulla Estatal de Minnesota, la Oficina Estatal de Investigación Criminal y el FBI— participaban en una intensa cacería humana para dar con el sospechoso.

Cerca de la casa de los Hortman, encontraron más pistas: un chaleco antibalas, un arma de fuego 9mm desarmada, una máscara y una “placa dorada tipo policía”, según la denuncia.

Miles de residentes recibieron la orden de permanecer en sus casas, dijo Bruley. Pero la decisión del sospechoso de hacerse pasar por agente socavó la autoridad de los policías legítimos: el jefe de Brooklyn Park ordenó que operaran en parejas para dejar clara su autoridad legal.

“Si solo hay un agente afuera de la puerta, no abra la puerta y llame al 911”, dijo Bruley a los residentes.

Mientras tanto, la coronela Christina Bogojevic de la Patrulla Estatal de Minnesota pidió a la población que no asistiera a las manifestaciones planeadas para el sábado en todo el estado: dentro del vehículo del sospechoso, dijo, también encontraron volantes con la frase “No Kings”, el mismo mensaje bajo el cual manifestantes de todo el país se reunían ese sábado para protestar contra las acciones de Trump y su Gobierno, lo que generó preocupación de que esos eventos también pudieran ser blanco de ataques.

Alrededor del mediodía, los organizadores de la manifestación “No Kings” prevista en el noreste de Minneapolis cancelaron el evento, aunque planeaban seguir adelante con una concentración frente al Capitolio estatal en St. Paul.

Para la tarde del sábado, medios como CNN comenzaron a informar la identidad del sospechoso, que fue confirmada poco después por el superintendente de la Oficina de Investigación Criminal de Minnesota, Drew Evans.

“Hoy, pedimos la ayuda del público para localizar a Vance Luther Boelter, un hombre blanco de 57 años, 1,85 metros de altura, 100 kilos, cabello y ojos marrones”, dijo Evans en una conferencia de prensa.

“No se le acerquen”, advirtió Evans. “Considérenlo armado y peligroso, y llamen al 911 de inmediato si tienen información”.

A espaldas del superintendente, una televisión mostraba una fotografía de Boelter tomada esa mañana, en la que se lo ve usando un sombrero vaquero color beige y cargando lo que las autoridades describieron como una bolsa oscura. La imagen, dijo Evans, fue captada en un negocio del área de las Ciudades Gemelas.

“Creemos que está intentando huir de la zona”, señaló Evans.

Los investigadores emitieron una alerta a los agentes de la patrulla fronteriza en la frontera entre EE.UU. y Canadá, dijo a CNN una fuente familiarizada con la investigación. Se compartieron fotos del sospechoso en caso de que Boelter intentara salir del país.

En las horas siguientes, surgió aún más información sobre Boelter, de quien CNN supo que había trabajado como director de patrullas para una empresa llamada Praetorian Guard Security Services, que ofrece seguridad residencial armada. Eso sugiere que Boelter pudo haber tenido acceso a uniformes y equipo que le facilitaran hacerse pasar por policía.

Según reportes de CNN, Boelter es conservador y cristiano evangélico, y un amigo de toda la vida, David Carlson, dijo a CNN el sábado que el sospechoso estaba firmemente en contra del derecho al aborto. Pero esas creencias no lo definían, insistió Carlson: “No era una persona llena de odio. Pero necesitaba ayuda”.

Aunque Boelter vivía en el pequeño pueblo de Green Isle, solía quedarse con Carlson, quien alquilaba una casa en Minneapolis. Carlson contó que la última vez que supo de Boelter fue el viernes por la noche, cuando llamó a la puerta del sospechoso. Boelter le dijo que estaba cansado.

Poco después de despertarse el sábado, alrededor de las 6:30 a.m., Carlson vio un mensaje de texto de Boelter. Tras leerlo, llamó a la policía.

“Pensé que se haría daño a sí mismo; no pensé que él fuera a…”, dijo Carlson, dejando la frase inconclusa.

A última hora de la mañana del domingo, la policía comenzó a concentrarse en las zonas rurales del condado de Sibley, tras el hallazgo de un segundo vehículo que, se creía, había sido abandonado por Boelter. Las autoridades también encontraron un sombrero, dijo Evans más tarde, lo que llevó a los investigadores a pensar que el sospechoso estaba cerca.

La oficina del sheriff pidió a los residentes mantenerse alerta mientras los agentes registraban la zona. No se emitió una orden de confinamiento hasta la tarde del domingo, pero se envió una alerta de emergencia a los teléfonos de la zona anunciando que se había encontrado el vehículo del sospechoso y que la policía buscaría en las propiedades cercanas.

“No se ha localizado al sospechoso. Mantenga sus puertas cerradas y los vehículos asegurados. Informe cualquier actividad sospechosa al 911”.

Las autoridades habían recibido más de 400 pistas antes de que Evans diera una actualización a la prensa el domingo por la tarde. Boelter aún no había sido localizado, pero el hallazgo del segundo vehículo centró la búsqueda: la policía estableció un “perímetro a gran escala” y desplegó equipos SWAT, dijo Bruley, señalando que un agente creyó ver a Boelter “corriendo hacia el bosque”.

En algún momento, la cámara de rastreo de un residente del condado de Sibley captó la imagen de un hombre que coincidía con la descripción de Boelter, informó el Star Tribune. Ese video, dijo el sheriff del condado de Ramsey, Bob Fletcher, “alertó a los equipos SWAT para ir a esa zona, asegurar el perímetro y, con la ayuda de drones, identificar su ubicación”.

Durante horas, la policía peinó la zona. Un helicóptero sobrevolaba y drones de vigilancia reforzaban la búsqueda en tierra. La tecnología infrarroja fue clave al caer la noche.

Pronto, la policía se acercó.

“Finalmente pudimos localizarlo en el bosque y, en aproximadamente una hora y media, logramos acortar la distancia con la tecnología y el helicóptero de la Patrulla Estatal”, dijo Bruley en una conferencia de prensa el domingo por la noche, “y pudimos llamarlo para que saliera”.

Una vez localizado, Boelter “se arrastró” hacia los agentes y “fue arrestado en ese momento”, informó el teniente coronel de la Patrulla Estatal de Minnesota, Jeremy Geiger.

Una foto del sospechoso difundida poco después lo muestra rodeado de agentes, con las manos a la espalda y mirando hacia una luz.

Walz regresó al podio la noche del domingo para anunciar el arresto de Boelter y elogiar el trabajo de la policía, algunos de los cuales pasaron el Día del Padre lejos de sus familias “para hacer justicia por Melissa y Mark Hortman y sus hijos, quienes pasaron el Día del Padre solos”.

“Las acciones impensables de un hombre han cambiado al estado de Minnesota”, dijo Walz.

Hoffman, informó el gobernador, había salido de su última cirugía “y avanza hacia la recuperación”. Yvette Hoffman también “se está recuperando”.

“Quiero decir, en nombre del estado de Minnesota, que las acciones heroicas de la familia Hoffman y su hija Hope salvaron innumerables vidas”, dijo el gobernador. “Y estamos agradecidos”.

Walz, quien estuvo cerca de convertirse en vicepresidente de Estados Unidos hace apenas unos meses, instó a los habitantes de Minnesota y a los estadounidenses a seguir el ejemplo de Hortman, que consiste en “hablar con un vecino en vez de discutir, debatir un tema, darse la mano, encontrar puntos en común”. Ella lideró, dijo, con “gracia, compasión, visión, capacidad de compromiso y decencia”.

“Eso nos fue arrebatado en Minnesota con el asesinato de la presidenta Hortman”, afirmó.

Para la mañana del domingo, un pequeño memorial para Hortman comenzó a formarse al pie de las escaleras del Capitolio estatal de Minnesota, con una foto de Melissa y Mark Hortman rodeada de flores y mensajes de dolientes que reflejaban el impacto de una mujer que llegó a la cima del poder político en Minnesota.

“Descansa en paz y descansa en poder, presidenta”, decía una nota. “Cambiaste innumerables vidas. Siempre serás querida”.

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