Por Jennifer Hansler, CNN

El Departamento de Estado de EE.UU. informó a las embajadas y consulados que deben evaluar a los solicitantes de visas de estudiante por “actitudes hostiles hacia nuestros ciudadanos, cultura, Gobierno, instituciones o principios fundacionales”, pero indicó que deben reanudar las citas que se pausaron a finales de mayo.

La nueva directriz fue enviada a las sedes diplomáticas de EE.UU. en todo el mundo en un cable al que CNN tuvo acceso este miércoles. Señala que la evaluación revisará la “presencia en línea completa” de los solicitantes de visas de estudiante e intercambio. Se pedirá a los solicitantes que configuren sus perfiles de redes sociales como públicos como parte del nuevo proceso, y el cable advierte que “el acceso limitado o la visibilidad restringida de la presencia en línea podría interpretarse como un intento de evadir u ocultar cierta actividad”.

Esto ocurre mientras el Gobierno de Trump toma medidas significativas que probablemente disuadan a estudiantes internacionales de viajar a EE.UU., revocando agresivamente visas de estudiante y apuntando específicamente a la Universidad de Harvard.

La más reciente directriz “exige a los funcionarios consulares realizar una evaluación exhaustiva y completa de todos los solicitantes FMJ, incluida la presencia en línea, para identificar a quienes tengan actitudes hostiles hacia nuestros ciudadanos, cultura, Gobierno, instituciones o principios fundacionales; quienes promuevan, ayuden o apoyen a terroristas designados y otras amenazas a la seguridad nacional de EE.UU.; o quienes perpetren acoso o violencia antisemita ilegal”, según el cable.

La directriz, que aplica tanto a nuevos solicitantes como a quienes renuevan visas de estudiante e intercambio (conocidas formalmente como visas F, M y J), exige “una revisión de toda la presencia en línea del solicitante —no solo la actividad en redes sociales— usando cualquier motor de búsqueda apropiado u otros recursos en línea”, incluyendo “una verificación de cualquier base de datos a la que tenga acceso la sección consular”.

El cable, reportado primero por Free Press, no detalla qué constituye “actitudes hostiles hacia nuestros ciudadanos, cultura, Gobierno, instituciones o principios fundacionales”.

El cable indica que las embajadas y consulados deben implementar la nueva evaluación en un plazo de cinco días hábiles. “Deben reanudar la programación de citas FMJ, pero considerar el efecto de esta directriz en la carga de trabajo y programar en consecuencia”. No está claro si las embajadas y consulados podrán procesar tantas visas como antes, dada la nueva evaluación.

Se debe dar prioridad a las solicitudes urgentes de cita para “médicos J-1 (y) estudiantes F-1 que busquen estudiar en una universidad de EE.UU. donde los estudiantes internacionales constituyan el 15 % o menos de la población estudiantil total, según el Departamento de Educación de EE.UU.”.

La nueva evaluación, según el cable, se implementa para asegurar “que los extranjeros que buscan admisión a Estados Unidos sean examinados y evaluados al máximo y que respetarán los términos de su admisión”.

Se señala que este tipo de evaluación es especialmente importante para estos solicitantes, ya que “el FBI ha advertido durante mucho tiempo que potencias extranjeras buscan acceso a instituciones de educación superior estadounidenses para, entre otras cosas, robar información técnica, explotar la investigación y el desarrollo de EE.UU. y difundir información falsa con fines políticos u otros”.

“Durante la evaluación, simplemente debe buscar cualquier información potencialmente despectiva sobre el solicitante”, instruye el cable a los funcionarios consulares, y les indica que tomen capturas de pantalla de los hallazgos relevantes en línea.

Incluso si las “inconsistencias o información potencialmente despectiva” no alcanzan el nivel de inelegibilidad para una visa, “debe considerar si socavan la credibilidad del solicitante o sugieren que no respetará los términos de su admisión a Estados Unidos”.

“Para los solicitantes que demuestren un historial de activismo político, especialmente si está asociado con violencia o con las opiniones y actividades descritas anteriormente, debe considerar la probabilidad de que continúen con esa actividad en Estados Unidos y, de ser así, si dicha actividad es compatible con la clasificación de visa de no inmigrante que solicitan”, señala el cable. “Como ha dicho el secretario Rubio, no buscamos importar activistas que vayan a interrumpir y socavar la actividad académica en las universidades estadounidenses”.

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