¿Por qué quiere Estados Unidos deportar a este hombre?
Análisis por Zachary B. Wolf, CNN
La ofensiva contra la inmigración por parte de la administración Trump está llegando a todos los estadounidenses que ven a manifestantes enfrentándose a la Policía en las noticias o videos de agentes enmascarados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas haciendo redadas en aparcamientos de Home Depot en sus redes sociales.
El martes, el contralor de la ciudad de Nueva York y candidato a la alcaldía, Brad Lander, fue detenido por agentes federales, algunos de ellos enmascarados, cuando intentaba acompañar a un inmigrante tras una vista en el tribunal de inmigración.
Pero hay innumerables historias que conmoverán a los estadounidenses en su vida cotidiana. Cualquiera que se tome el tiempo de mirar encontrará la represión de la inmigración justo a su lado.
Eso es lo que yo encontré –a dos grados de separación– cuando me enteré por una amiga que el padre de la auxiliar de necesidades especiales de su hijo, Arthur Newmark, había sido detenido tras permanecer 10 años en Estados Unidos mientras pedía asilo de Rusia.
El abogado de Newmark dice que hizo todo según las normas cuando solicitó asilo, presentando la documentación en 2015 mientras estaba en el país legalmente. No fue hasta el mes pasado, días después de una audiencia de asilo con los Servicios de Ciudadanía e Información de Estados Unidos, cuando Newmark fue detenido. ICE lo puso bajo custodia y retiró la jurisdicción de su caso a la oficina de asilo.
Newmark fue detenido por agentes del ICE el 31 de mayo después de que saliera de su casa del norte de Virginia con su pájaro mascota, Bernie.
Los agentes dijeron a la esposa de Newmark, Kristina, que recogiera el pájaro Bernie, junto con la billetera y el teléfono de su marido. Los agentes se marcharon con Newmark y lo llevaron a un centro de detención en la zona rural de Virginia.
La familia y el abogado de Newmark no supieron hasta después de su detención que el ICE afirmaba que había rebasado el plazo de su visado en 10 años. Su abogado discrepa vehementemente.
Los Newmark dicen temer legítimamente por sus vidas en Rusia. Su abogada Elizabeth Krukova me mostró lo que parece ser un anuncio de Arthur en un registro de personas buscadas allí y dijo que vino a Estados Unidos porque “estaba sacando a la luz la corrupción en Rusia a los más altos niveles”.
Toda la familia cambió legalmente de nombre tras vivir tres años en Estados Unidos.
Argumentan que han seguido las normas mientras buscaban asilo y construían sus vidas en Virginia, pero ahora Newmark podría enfrentarse a la posibilidad de ser deportado.
No está claro exactamente por qué Arthur Newmark fue detenido ni por qué, después de 10 años, el Gobierno estadounidense ha determinado ahora, días después de su tan esperada entrevista de asilo, que en realidad había rebasado la duración de su visado. Fue en esa entrevista cuando Newmark, a lo largo de seis horas, explicó a los funcionarios de inmigración el peligro que corre en Rusia.
Me puse en contacto con el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos para que comentara el caso de Newmark. Se negaron a hacer comentarios y me remitieron al ICE, que aún no ha respondido.
El abogado de Newmark sigue afirmando que su caso de asilo es sólido, pero la vida de la familia ha dado un vuelco mientras él pasaba semanas en un centro de detención.
Sus hijos nacidos en Rusia, uno de los cuales está en la universidad y otro acaba de graduarse de la escuela secundaria en Virginia, se preguntan ahora si los devolverán a Rusia, el país del que huyeron sus padres, o a otro lugar. Un tercer hijo nació en Estados Unidos.
Un juez de inmigración concedió a Newmark la libertad bajo fianza esta semana mientras su caso sigue adelante, pero ahora también se ha comunicado a su esposa e hijos que comparezcan ante un juez de inmigración en julio, días antes de su próxima vista. La solicitud de asilo se hizo a nombre de Newmark y toda la familia ha estado viviendo en el limbo de la inmigración.
Hablé varias veces con la hija mayor, Eva, alumna en una universidad comunitaria en la que estudia para ser planificadora financiera. Me dijo que había elegido quedarse en casa y empezar una carrera de dos años en una universidad comuntaria porque podía pagar la matrícula por curso en lugar de por un año entero.
“Si nos deportan, no tengo que perder mucho dinero”, me dijo. Esa es también en parte la razón por la que la familia no ha comprado una casa en Estados Unidos.
“¿Quién quiere una hipoteca si no sabes si vas a volver a quedarte en el país, verdad?”, dijo Eva en un inglés impecable, mientras traducía para su madre, que habla inglés, pero no con tanta fluidez.
Mientras Arthur abandonó su carrera rusa de abogado al venir a Estados Unidos –ha trabajado en camiones y en tiendas de comestibles–, Kristina montó un negocio dando clases de música. Su hijo menor, ciudadano estadounidense nacido en EE.UU., ha tenido éxito en concursos de música.
Arthur y Kristina llegaron inicialmente a Estados Unidos en 2015 para que ella se sometiera a un procedimiento médico, pero fueron amenazados en Moscú antes de partir, según Kristina. Arthur regresó a Moscú a través de la frontera de otro país, según Eva, y organizó el vuelo de los dos niños nacidos en Rusia a Estados Unidos. Solicitaron asilo ese mismo año, mientras estaban en Estados Unidos legalmente, y cambiaron sus nombres en 2018 para que fuera más difícil que Rusia los encontrara.
Los Newmark optaron por pedir asilo en EE.UU. creyendo que no les deportarían de vuelta a Rusia.
“Fue, primero, por estar al otro lado del mundo, y porque sabíamos que este país tiene más derechos y oportunidades”, dijo Kristina.
Aunque “este momento es un poco incierto para todo el país”, dijo Eva, sigue pensando que en EE.UU. pueden luchar en los tribunales y tener un abogado que les represente, lo que podría no ser el caso en Rusia.
Aunque la saga de los Newmark ha sido larga y hasta ahora no se ha resuelto, la década que han vivido en Estados Unidos sin ser detenidos no es algo que hayan experimentado los solicitantes de asilo rusos más recientes.
Los Newmark llegaron a Estados Unidos en 2015, después de que Rusia se anexionara Crimea pero mucho antes de que invadiera Ucrania. Miles de personas han huido de Rusia a Estados Unidos desde la invasión de Ucrania, a menudo esperando en la frontera con México una oportunidad para solicitar asilo.
Durante la mayor parte de la administración del presidente Joe Biden, a esos asilados, muchos de ellos críticos con el presidente Vladimir Putin, se les permitió entrar en el país, o se les concedió el “parole humanitario”, mientras sus solicitudes avanzaban en el sistema. Luego, a partir de 2024, por razones que no se conocen del todo, muchos acabaron pasando un año o más detenidos. Un grupo de detenidos demandó a la administración Biden, alegando que se estaba discriminando a los rusoparlantes.
El abogado que presentó esa demanda, Curtis Morrison, me dijo que la cuestión es esencialmente discutible ahora, ya que la administración Trump quiere detener a cualquier persona que solicite asilo en lugar de dejarlos vivir en el país como lo han hecho los Newmark.
“La administración Trump está adoptando el punto de vista de que nadie consigue eso”, dijo Morrison. “Así que, básicamente, todo el mundo está siendo sometido a lo que los rusos fueron sometidos hace un año”.
The-CNN-Wire
™ & © 2025 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.