El ICE renueva acuerdo con el centro de detención que, según la agencia, no cumplía las normas
Por Randi Kaye y David von Blohn, CNN
Abraham Sano aún recuerda la primera llamada telefónica que hizo después de que, según dijo, lo metieran “en el hoyo” en el Centro de Detención del Condado de Glades, en Moore Haven, Florida.
“Llamé a mi mamá”, dijo a CNN.
Era el año 2021. Sano, quien es de Liberia y desde entonces fue deportado a ese país, recuerda que sintió que su cuerpo ardía.
“El primer disparo de gas pimienta me entró por la oreja y me recorrió toda la cara”, dijo a CNN. Después de eso, dijo, lo pusieron en confinamiento solitario. “Mi cuerpo estuvo ardiendo durante días porque los residuos del gas pimienta seguían en mi cuerpo”.
Según Sano y Katie Blankenship, quien fuera su abogada de inmigración, todo empezó cuando él y más de una decena de detenidos fueron despertados en mitad de la noche y golpeados por los guardias.
Sano declaró a CNN que se le había concedido asilo político en Estados Unidos, pero que posteriormente fue detenido por robo.
El centro de Glades está gestionado por la Oficina del Sheriff del Condado de Glades, en el centro-sur de Florida, al oeste del lago Okeechobee. Tras un acuerdo de 15 años, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) anunció en marzo de 2022, durante el Gobierno de Joe Biden, que pondría en pausa el uso de la prisión, señalando que “cualquier uso futuro de las instalaciones dependerá de que se aborden plenamente las condiciones que no cumplan las normas de detención”.
El ICE añadió que la pausa también se debía a “las persistentes preocupaciones relacionadas con la prestación de atención médica a los detenidos”.
Sin embargo, en abril de este año, cuando las deportaciones se dispararon bajo la segunda administración de Trump, el ICE restableció su contrato con el condado de Glades. En un correo electrónico, el ICE dijo a CNN que había determinado que Glades puede ayudar a “despejar la acumulación” de inmigrantes indocumentados en el país.
En cuanto a las reclamaciones de Sano, el ICE dijo a CNN que el detenido se negó a cumplir múltiples órdenes y que se utilizó una “ráfaga” de gas pimienta. Una vez que Sano fue inmovilizado, el ICE dijo que fue “inmediatamente… tratado por el médico y dado de alta”.
Blankenship sostiene que, tres años después de que se cancelara su contrato con el ICE, Glades sigue sin estar en condiciones de detener a inmigrantes. No ha habido anuncios ni documentación de mejoras en las instalaciones, dijo.
“No está en condiciones de ser utilizado para la detención de inmigrantes”, declaró a CNN.
Sano no es el único que estuvo detenido en Glades con una historia que contar.
Michael Wallace, deportado a Jamaica, su país de origen, padece epilepsia. Le dijo a CNN que era indocumentado y llegó a Glades en julio de 2021, después de ser detenido por una violación de inmigración. Dijo que tenía su medicamento en la mano, sin embargo, fue retenido por la instalación, lo que le causó convulsiones potencialmente mortales.
“Simplemente desapareció. Me preguntaba qué estaba pasando”, dijo Wallace, que pasó unos siete meses en Glades.
Blankenship, quien lo representó, dijo: “Su historial médico dice literalmente: ‘No se salte esta medicación’… Tiene epilepsia. Lo dice en serio, en mayúsculas: ‘No se salte la medicación’. Y se negaron rotundamente [a dársela] cuando tenían su medicación”.
Sin su medicación, Wallace contó a CNN que a veces se mareaba y acababa en un hospital alejado del centro de detención.
Otro detenido por motivos de inmigración, Rollin Manning, dijo que estuvo expuesto a una fuga de monóxido de carbono en la cocina de Glades, en otoño de 2021, y que estuvo a punto de morir. Dijo a WINK-TV, afiliada de CNN, en 2022 que “empecé a sentirme mal. Sudaba sin control. No podía recuperar el aliento. Sentía opresión en el pecho”.
Blankenship, la abogada de inmigración, también representó a Manning.
“Tuvo que ser trasladado por aire de Glades a Orlando para pasar por un sistema de desintoxicación masiva para salvar su vida. [Los trabajadores de Glades] no tomaron ninguna medida para tratarle”, declaró a CNN.
CNN obtuvo un informe de investigación de la Oficina del Sheriff del Condado de Glades sobre esa fuga de monóxido de carbono. Encontró que un miembro del personal apagó un ventilador y los supervisores “no proporcionaron [un] ambiente de trabajo seguro para el detenido(s)”.
El Centro de Detención del Condado de Glades tiene un mínimo garantizado de 500 camas, según su contrato con el ICE. Además de los detenidos del ICE, también alberga reclusos del condado y prisioneros detenidos por el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos.
La Oficina del Sheriff del Condado de Glades, que gestiona la prisión, declinó hacer comentarios sobre las acusaciones concretas de los detenidos o de Blankenship.
Nos enviaron una declaración, en la que decían: “La Oficina del Sheriff del Condado de Glades sigue comprometida con la prestación de servicios de detención seguros y humanos al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. Hemos trabajado en conjunto con nuestros socios federales para asegurar (sic) nuestros servicios de detención están en conformidad y cumplen con los más altos estándares requeridos por el ICE”.
Pero la abogada de inmigración le dijo a CNN que ha recopilado registros médicos de más de 30 detenidos para respaldar las acusaciones de mal tratamiento médico en Glades entre 2021 y 2023.
“Si unes la negligencia médica bien documentada con el aerosol químico tóxico, la fuga de monóxido de carbono, las severas golpizas a inmigrantes africanos y musulmanes”, dijo Blankenship, “… Hay una cantidad abrumadora de evidencia como base para cerrar esta instalación”.
CNN también obtuvo copias de decenas de quejas presentadas por los detenidos de Glades en 2021 y 2022, incluyendo quejas sobre que se les servía comida en mal estado, parcialmente congelada o plagada de insectos.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), del que forma parte el ICE, dijo a CNN por correo electrónico: “Las acusaciones sobre el Centro de Detención del Condado de Glades se encontraron sin fundamento… El ICE proporciona atención médica integral desde el momento en que un extranjero entra en custodia del ICE”.
Blankenship sigue siendo escéptica.
Ella, junto con un grupo llamado “Shut Down Glades Coalition”, presentó más de dos decenas de quejas contra el centro. Dice que esas quejas “dieron lugar a varias investigaciones y visitas a lo largo de los años” y finalmente llevaron al ICE a dejar de utilizar la prisión.
“Es exactamente la misma instalación que hace años”, dijo. “No tengo ninguna razón para creer que ha habido alguna corrección o algún ajuste o incluso algún interés en asegurarse de que esta instalación haga algo para tratar humanamente a las personas”.
CNN hizo repetidas llamadas y envió correos electrónicos a la Oficina del Sheriff del Condado de Glades, pidiendo documentación de cualquier mejora desde la última vez que el centro de detención fue utilizado por el Gobierno federal. Ninguna de esa información fue proporcionada.
CNN también se puso en contacto con el administrador del condado de Glades y la Junta de Comisionados del Condado para obtener comentarios.
En un correo electrónico a CNN, el ICE no citó ningún cambio o mejora reciente en Glades. La agencia dijo que está “comprometida a garantizar que los detenidos alojados en sus instalaciones sean tratados con dignidad y respeto, y que los operadores de las instalaciones cumplan con las normas de detención del ICE”.
El ICE también escribió que antes de alojar a los inmigrantes detenidos en Glades este año, hizo una “inspección previa a la ocupación de la instalación para asegurar que sus operaciones cumplían con las normas del ICE”.
Blankenship dijo que cree que el centro de detención está siendo operado como una máquina de hacer dinero para el condado de Glades, lo que incentiva a los funcionarios a recortar gastos.
En 2006, Glades Correctional Development Corporation emitió bonos para recaudar US$ 33 millones para la construcción del centro de detención. El documento de emisión obtenido por CNN describía el propósito de conseguir un contrato federal para alojar a los detenidos —principalmente del ICE— como “producir beneficios económicos para el condado”.
“No obtienen el dinero que quieren si mejoran estas condiciones porque tendrían que proporcionar atención médica real… lo que costaría más dinero. Entonces, sería menos dinero para el condado”, dijo Blankenship.
“Tendrían que proporcionar comida que no esté helada o llena de bichos o pelos. Todas estas cosas de las que oímos hablar constantemente… costarían dinero”, añadió. “Conseguir ropa que no tenga agujeros ni manchas de sangre costaría dinero. Proporcionar sábanas y mantas a la gente cuesta dinero”.
Cuando CNN preguntó al DHS al respecto, la vicesecretaria Tricia McLaughlin respondió con un comunicado, diciendo en parte: “El ICE se toma muy en serio su compromiso de promover entornos seguros y humanos para quienes están bajo nuestra custodia. Es una práctica de larga data proporcionar atención médica integral desde el momento en que un extranjero entra en custodia del ICE. La agencia se somete periódicamente a auditorías e inspecciones externas para garantizar que todas sus instalaciones cumplen las normas nacionales de detención basadas en el rendimiento”
McLaughlin también dijo: “Como parte de la reapertura de este centro, el DHS mejoró el servicio de comidas, el comisariato, e instaló tabletas para que los detenidos presenten quejas y puedan hacer videollamadas a sus abogados y familiares”.
CNN no puede confirmar que se haya realizado ninguna mejora, ya que el ICE no nos dio acceso a las instalaciones de Glades ni tampoco proporcionó ninguna prueba de que se hubieran realizado tales cambios.
Según Blankenship, “el sistema de inmigración funciona exactamente como ellos quieren. Es un sistema en su creación destinado a ser una práctica de inhumanidad con fines de lucro”.
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