Por CNN Radio Argentina

María Migliore, directora de Integración Socio Productiva de la Fundación Fundar, alertó sobre el debilitamiento de las organizaciones sociales, el impacto del narcotráfico y la falta de políticas públicas para contener a los jóvenes. También criticó la discontinuidad de programas de integración urbana y remarcó la importancia de fortalecer clubes de barrio y escuelas en todo el país.

En CNN Primera Mañana, afirmó que “el aumento del consumo de sustancias y las adicciones avanza de forma silenciosa, mientras las organizaciones sociales están debilitadas y faltan espacios para prevenir”.

Aseguró que “la ausencia del Estado y de presencia comunitaria permite que las redes del narcotráfico ocupen un lugar central en las zonas más vulnerables. El narco ocupa ese espacio”.

Explicó que la fundación realiza relevamientos propios y la última encuesta, dirigida a jóvenes de 16 a 24 años, mostró una fuerte crisis de expectativas y destacó que “la narrativa de que con estudio y esfuerzo se puede salir adelante no existe para esos chicos”.

Según sus datos, el 40% cree que es importante estudiar y trabajar, pero duda que pueda lograrlo, y un 20% está concentrado solo en sobrevivir.

María Migliore destacó la necesidad de fortalecer la comunidad mediante espacios como clubes de barrio y escuelas, instituciones que hoy están desbordadas y remarcó que “hay que reconocer que los clubes de barrio son fundamentales y tienen que existir en todos los lugares de la Argentina”.

Subrayó además que los docentes realizan un gran esfuerzo y no se les puede exigir más con los sueldos actuales.

La directora de Fundar señaló que “el Estado debe dar resultados y ser eficaz. Si fortalece las actividades de las organizaciones, no está ausente”.

En este sentido, remarcó que es necesario financiar y aprovechar las iniciativas comunitarias que muestran buenos resultados.

Sobre la situación social en la ciudad de Buenos Aires, la especialista consideró que la persona en mayor situación de vulnerabilidad es quien vive en la calle, donde además de pobreza hay problemas de salud mental y adicciones.

Advirtió que los casos aumentaron en los últimos años y reflejan la crisis nacional.
Aunque valoró la red de asistencia porteña, destacó que hacen falta más soluciones.

Al referirse a la política alimentaria, María Migliore planteó que la transferencia directa de dinero a las familias es la forma más eficiente de garantizar el acceso a alimentos, dado que las familias prefieren comer en sus casas. Además, consideró que las transferencias deben seguir aumentando.

En este mar, pidió dejar de lado los antagonismos en las discusiones sociales y económicas y defendió políticas integradoras que perduraron en distintas gestiones, como la Asignación Universal por Hijo. Criticó la suspensión de obras de integración socio-urbana y advirtió que hay cinco millones de personas que no acceden a servicios urbanos básicos por la discontinuidad de políticas como el FISU (Fondo de Integración Socio Urbana).

Y concluyó que una apuesta más fuerte del Estado puede amplificar el impacto de las organizaciones sociales y remarcó que discutir la provisión igualitaria de servicios básicos es retroceder en los derechos alcanzados

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