Por CNN en Español

Este miércoles, Adolfo Macías, alias “Fito”, líder de la temida banda delictiva Los Choneros y uno de los hombres más buscados de Ecuador, fue capturado. Fue encontrado escondido en un búnker en la localidad de Manta. ¿De qué crímenes lo condenaron?

En enero de 2024, Fito se fugó de la Cárcel Regional de Guayaquil, aunque no se determinó la fecha exacta de su evasión de los controles penitenciarios.

Fito cumplía una sentencia de 34 años de prisión por delitos graves como tráfico de drogas, homicidio y delincuencia organizada. Además, en Estados Unidos tiene acusaciones por conspiración para la distribución internacional de cocaína, distribución internacional de cocaína, uso de armas de fuego para el tráfico de drogas, tráfico ilegal de armas desde EE.UU. y conspiración para la compra fraudulenta de armas, según informó la Oficina del Fiscal de EE.UU. para el Distrito Este de Nueva York.

Su fuga desató de inmediato una escalada de violencia en Ecuador, que dejó a su paso atentados con explosivos en distintos puntos del país, enfrentamientos entre grupos criminales, la abrupta incursión de un grupo delictivo en un canal de televisión guayaquileño, retención de agentes penitenciarios y policías, tensión en las cárceles y el terror sembrado en la población producto del ambiente hostil.

Fito también había escapado de prisión en Guayaquil en 2013, y estuvo prófugo durante tres meses antes de ser recapturado por las autoridades.

La nueva recaptura de Fito marca un nuevo capítulo en la larga y violenta historia de Los Choneros, una de las organizaciones criminales más poderosas de Ecuador. Su liderazgo al frente de esta banda ha sido clave en la expansión del grupo dentro y fuera de las cárceles.

La banda delictiva de Los Choneros surgió en 1998 en la ciudad costera de Chone, provincia de Manabí, de donde Fito es oriundo. Allí se encuentra uno de los principales puertos del país desde donde el crimen organizado ha ganado terreno en su disputa por controlar territorios para el tráfico de drogas.

En 2003 este grupo criminal se apoderó de la ruta del tráfico de drogas en Manabí, siendo el encargado de trasladar la droga desde Colombia hasta la zona costera del Ecuador.

Sus actividades criminales se han ido ampliando con el tiempo, incluyendo delitos como extorsión, robo, tráfico de armas y sicariato. Esta agrupación mantiene serias disputas con bandas rivales como Los Lobos, Los Tiguerones y Chone Killers, precisa un informe de la Dirección de Investigación Antidrogas de la Policía de Ecuador.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. asegura que Los Choneros cuenta con respaldo de los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación para promover la violencia y la inestabilidad. La banda también ha sido vinculada al Frente Oliver Sinisterra (FOS) de Colombia, para el tráfico marítimo de drogas hacia México y Estados Unidos, pero también se dedica al microtráfico de drogas, el contrabando, la extorsión y los asesinatos por encargo, con presencia en varias ciudades y penitenciarías de Ecuador.

Sin embargo, es a partir del 2011, cuando muchos de sus líderes fueron encarcelados, que Los Choneros evolucionaron y se convirtieron en una pandilla con fuerte presencia en el sistema carcelario de Ecuador, de acuerdo con Insight Crime.

En los últimos años, Los Choneros han estado bajo el ataque en una guerra contra sus principales rivales, Los Lobos, y otras bandas pequeñas, en las penitenciarías y en las calles del país.

La Policía identificó que Fito se convirtió en el líder máximo de Los Choneros en 2023 luego de que los dos cabecillas anteriores fueran asesinados tras obtener la libertad condicional, según reportes de la Fiscalía y el Ministerio del Interior de Ecuador. Desde entonces, se le atribuye ser uno de los responsables de varios de los hechos de violencia y masacres perpetradas dentro y fuera de las prisiones.

Fito gozaba de varios privilegios mientras estaba en prisión. En los últimos años, Los Choneros se encargaron de difundir en redes sociales las condiciones privilegiadas en las que vivía Adolfo Macías en la Cárcel Regional de Guayaquil.

Incluso, luego de su fuga, en enero de 2024, se viralizó un video que mostraba las condiciones en las que personal de Fuerzas Armadas encontraron la celda de Fito, la cual contaba con una ducha personal, una refrigeradora y conexiones de comunicación.

En febrero de 2024, el Departamento del Tesoro de EE.UU. sancionó a la banda delictiva Los Choneros y a su líder por sus actividades de narcotráfico y la violencia que generan en Ecuador y en todo el continente.

“En prisión, Macías Villamar se benefició de acceso a teléfonos celulares e internet, lo que le permitió seguir dirigiendo las actividades de Los Choneros y publicar comunicaciones externas, incluido un video musical que circuló en las redes sociales en el que desafiaba al gobierno ecuatoriano”, detalló el Departamento del Tesoro de Estados Unidos al emitir sanciones contra Fito y su banda.

Luego de que Fito evadiera los controles de la Cárcel Regional de Guayaquil, la Policía y las Fuerzas Armadas emprendieron una incesante búsqueda a través de operativos conjuntos para golpear la estructura criminal de esta peligrosa banda, logrando la detención de varios integrantes considerados de “alto y mediano valor” por la fuerza pública y la deportación desde Argentina de familiares y allegados a Los Choneros.

Incluso, el Ministerio del Interior de Ecuador había ofrecido hasta US$ 1 millón de recompensa para quien proporcione información sobre el paradero de Adolfo Macías.

Para las autoridades, capturarlo no solo representa la caída de un fugitivo de alto perfil, sino también un intento por desarticular parte del entramado criminal que ha puesto en jaque la seguridad nacional.

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Con información de Ana María Cañizares, Karol Suárez y Sebastián Jiménez Valencia, de CNN en Español y Michael Ríos, Mauricio Torres, Gerardo Lemos Saha, Akbarzai y Hande Atay Alam, de CNN.