La Corte Suprema de EE.UU. falla a favor de padres que quieren excluir a sus hijos de libros LGBTQ en las escuelas
Por John Fritze, CNN
La Corte Suprema de Estados Unidos respaldó este viernes a un grupo de padres religiosos que quieren impedir que sus hijos de escuela primaria interactúen con libros LGBTQ en el aula, en otra victoria legal importante para los intereses religiosos en el alto tribunal conservador.
En la más reciente decisión que difumina la línea que antes separaba claramente la educación laica de la creencia religiosa, la Corte dijo que un distrito escolar suburbano cerca de la ciudad de Washington restringió los derechos de la Primera Enmienda de los padres al negarse a permitirles retirar a sus hijos del aula cuando se usan esos libros.
El juez Samuel Alito redactó la decisión para una corte ideológicamente dividida. Los tres liberales de la corte discreparon.
“La introducción por parte de la junta de los libros de cuentos ‘incluyentes LGBTQ+’, junto con la decisión de negar las exclusiones, coloca una carga inconstitucional sobre los derechos de los padres de ejercer libremente su religión”, escribió Alito para la mayoría. “Por lo tanto, los padres han demostrado que es probable que tengan éxito en sus demandas de libre ejercicio”.
Alito dejó que un tribunal inferior considere si la política sobrevivirá a largo plazo, pero dejó claro que probablemente no lo hará.
La apelación llegó a la Corte Suprema en un momento en que los conservadores, incluido el presidente Donald Trump, han buscado revertir los avances políticos y culturales logrados por los estadounidenses de la comunidad LGBTQ. Mientras tanto, padres y escuelas han estado enfrascados en una tensa lucha desde la pandemia de covid-19 sobre cuánto poder deben tener las familias sobre la educación en escuelas públicas.
Y la semana pasada los jueces conservadores del más alto tribunal del país ratificaron la prohibición de Tennessee sobre la atención de afirmación de género para menores trans en una significativa derrota legal para esa comunidad.
Sin embargo, la apelación no trataba directamente ninguno de estos cruces. En cambio, fue absorbida por un movimiento diferente: un empuje de la mayoría conservadora de la Corte Suprema para reequilibrar la tensión entre la libertad de ejercicio religioso y la advertencia de la Primera Enmienda contra el “establecimiento de la religión” por parte del Gobierno. Varios de los jueces han dejado claro en declaraciones públicas y opiniones que sienten que el Gobierno ha ido tan lejos en intentar honrar el principio de separar Iglesia y Estado, que han terminado, en efecto, discriminando contra la religión.
Como parte de su currículo de inglés, las Escuelas Públicas del Condado de Montgomery en Maryland aprobaron en 2022 algunos libros que están en el centro del caso. Uno, “Príncipe y caballero” (“Prince & Knight”), cuenta la historia de un príncipe que no desea casarse con ninguna de las princesas de su reino. Tras unirse a un caballero para matar a un dragón, los dos se enamoran, “llenando de alegría al rey y la reina”, según el resumen de la escuela.
Otro libro, “Nacido listo” (“Born Ready”), cuenta la historia de Penélope, un personaje que le gusta el skateboarding y usar pantalones holgados. Cuando Penélope le dice a su madre que es un niño, es aceptado. Cuando el hermano de Penélope cuestiona su identidad de género, su madre abraza a ambos hijos y susurra: “No todo tiene que tener sentido. Esto se trata de amor”.
Hubo un desacuerdo considerable sobre cómo se estaban usando realmente los libros en la clase. El distrito escolar le dijo a los jueces que los libros se usan como cualquier otro en el currículo: se colocan en estantes para que los estudiantes los encuentren y están disponibles para que los maestros los incorporen a grupos de lectura o lecturas en voz alta a su discreción. Pero los padres que objetan los libros dijeron que están en uso activo, y se enfocaron en las “guías de discusión” que se proporcionaron a los maestros. Esa guía, enfatizaron los padres, animaba a los maestros a recalcar que “no todos son un niño o una niña” y que los estudiantes debían preguntar a sus compañeros por sus pronombres. La guía sugería que si un estudiante describía a un compañero como “raro,” el maestro debía responder que el comentario es “hiriente” y que los estudiantes “no deberían usar palabras negativas” para describir a los demás.
El Tribunal de Apelaciones del 4º Circuito de EE. UU., con sede en Richmond, citó la falta de claridad al fallar a favor de las escuelas por 2-1 el año pasado. Pero durante los argumentos ante la Corte Suprema en abril, la mayoría de los jueces conservadores se centraron en la idea de que a los padres se les permite retirar a los estudiantes de todo tipo de otras discusiones, como la educación sexual.
El distrito escolar argumentó que un esfuerzo anterior para permitir exclusiones cuando se utilizaban los libros fue disruptivo. Los funcionarios escolares también argumentaron que una victoria para los padres crearía una pendiente resbaladiza, permitiendo que las familias que se oponen a cualquier cantidad de debates en clase puedan optar por no participar en una amplia gama de contenidos que consideran ofensivos.
La Corte Suprema, de mayoría conservadora 6-3, falló a favor de los intereses religiosos en todos los casos que ha considerado en los últimos años: permitió que un entrenador de fútbol americano de bachillerato rezara en la línea de 50 yardas, autorizó el uso de dinero de los contribuyentes en escuelas religiosas y apoyó a una agencia católica de adopción que se negó a trabajar con parejas del mismo sexo como posibles padres. Muchos de esos casos han involucrado escuelas públicas.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, celebró lo que describió como un “fallo tremendo para los padres” después de que la Corte Suprema respaldara este viernes a un grupo de padres religiosos que quieren excluir a sus hijos de primaria de participar en actividades con libros LGBTQ en el aula.
El fallo representó otra gran victoria legal para los intereses religiosos en la Corte conservadora y subrayó la promesa de Trump durante su campaña de, en sus palabras, devolver el “sentido común” y desmantelar las protecciones para las personas LGBTQ+.
“Creo que es un fallo gran para los padres. Realmente es un fallo para los padres. Perdieron el control de las escuelas, perdieron el control de su hijo, y esto es una victoria tremenda para los padres. Y no me sorprende, pero sí me sorprende que haya llegado tan lejos”, dijo Trump en declaraciones en la sala de prensa de la Casa Blanca este viernes.
Trump presentó los esfuerzos de su Gobierno —y el fallo de la Corte— como “(devolver) la vida a la normalidad”.
“Continué diciendo: ‘Les devolveremos sus derechos parentales’. Fueron quitados, y esto es una victoria tremenda para los padres”, dijo el presidente.
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