Por Ivonne Valdés, Max Saltman y Ana Melgar, CNN

Después de una explosión en el cielo, aparecen los desechos: plásticos derretidos, aluminio con etiquetas de SpaceX y fragmentos de adhesivo azul varados en la arena de la playa Bagdad, en el norte de Tamaulipas, cerca de la zona de lanzamiento de cohetes.

El área, conocida como Starbase, se encuentra en Boca Chica, en el sur de Texas, cerca de la frontera con México.

Ha sido Conibio Global, una pequeña organización no gubernamental, la que ha asumido una tarea tan titánica como invisible: limpiar la basura que SpaceX, una de las empresas más poderosas del mundo, deja caer en territorio mexicano.

Jesús Elías Ibarra, fundador de la ONG que ha trabajado en proyectos de conservación de tortugas marinas durante ocho años, dijo a CNN este miércoles que en noviembre de 2024, cuando presenció uno de los lanzamientos de SpaceX y vio caer partes del cohete, observó cómo, pocas horas después, llegó personal en al menos tres helicópteros y más de diez embarcaciones, realizando una limpieza exhaustiva de los escombros en el mar.

En mayo, sin embargo, hubo otro lanzamiento y vieron caer los escombros, pero esta vez millones de partículas terminaron contaminando la zona del lado mexicano. Dijo que, pocos días después, la organización recogió más de una tonelada de desechos en un área de 500 metros. “De 40 kilómetros, solo pudimos recolectar, en medio kilómetro, una tonelada (de basura). Somos un grupo muy pequeño, es imposible limpiar todo,” añadió Ibarra.

En respuesta a las consultas de CNN, SpaceX se refirió a lo que publicaron en X el jueves, donde afirma haber ofrecido recursos y apoyo para las tareas de limpieza, y que también ha solicitado asistencia local y federal al gobierno mexicano para la recuperación de los escombros. Añadió que las pruebas independientes previamente realizadas en materiales dentro del Starship, incluyendo análisis de toxicidad, confirmaron que no existen riesgos químicos, biológicos ni toxicológicos.

CNN contactó a las autoridades de Tamaulipas y a la Presidencia de México sobre la oferta de SpaceX y está a la espera de una respuesta.

Ibarra dijo que Conibio Global no ha tenido contacto con la empresa.

Marlon Sorge, director ejecutivo de la Corporación Aeroespacial para los Estudios del Reingreso de Escombros (Cords), le dijo a CNN que “si alguien encuentra restos relacionados con actividades espaciales, ya sea provenientes de reentradas (a la atmósfera terrestre), fallos de lanzamiento o pruebas, lo más seguro es no tocarlos y contactar a las autoridades correspondientes. Aunque muchos de estos restos no son peligrosos, los vehículos relacionados con vuelos espaciales pueden contener sustancias químicas y materiales peligrosos. Tenga en cuenta que no vale la pena el riesgo de tocar un pedazo de escombros, y esto podría interferir con investigaciones importantes.”

Algunos de los objetos encontrados durante las operaciones de limpieza, detalló, son plásticos sólidos y esponjosos, un tipo de caucho con consistencia similar al corcho, aluminio con etiquetas de SpaceX, pedazos de burbuja plástica, tubos de acero y fragmentos de un adhesivo azul.

Todos estos restos, vaticinó Ibarra, acabarán siendo ingeridos por las tortugas lora, una especie en peligro de extinción que habita la zona.

En su página web, SpaceX dice que se compromete a minimizar el impacto y mejorar el medio ambiente siempre que sea posible. Y destaca acuerdos con varios organismos estadounidenses y la Gobernación de Texas.

Tras la reciente explosión de un cohete de SpaceX el 19 de junio, la ONG reportó que algunos fragmentos de gran dimensión amanecieron en territorio mexicano. Aseguró que varios funcionarios del Gobierno de México se comunicaron para que les informara de la situación.

Conibio sigue los anuncios de redes sociales de SpaceX para saber cuándo habrá lanzamientos y van a los sitios para recolectar pruebas de los desechos que saben que van a caer. Dice que esto sucede en la zona norte de playa Bagdad y en el ejido La Burrita, una pequeña comunidad en el municipio de Matamoros.

Tras las insistentes denuncias públicas, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció este miércoles. A una pregunta en su conferencia diaria, afirmó que sí hay contaminación y que se revisará el impacto del lanzamiento de cohetes en general, para emprender acciones “dentro del marco de las leyes internacionales”.

Ibarra, quien también es médico veterinario y director del Programa de Tortugas Marinas de la ONG, dijo que cree que las vibraciones generadas por los cohetes compactan la arena donde hay nidos de tortugas y les impiden salir. Dijo que al menos 300 crías han muerto en los nidos compactados.

“Hay vegetación que la última explosión quemó, toda la orilla del río Bravo, y las tuberías quebraron muchos árboles, cayeron cerca de una pequeña población de personas”, dijo el activista. Agregó que en varias ciudades fronterizas entre Tamaulipas y Texas se reportó que hubo daños leves a casas por las vibraciones de los cohetes.

Un equipo de funcionarios ambientales y de la Secretaría de Marina de México acudió el fin de semana a recolectar algunos residuos que Conibio tenía y, en el recorrido, contó Ibarra, encontraron un tanque de almacenamiento de combustible de aproximadamente 4 metros de longitud y un tubo de acero inoxidable con un peso aproximado de 5 kg.

Enfrentar la limpieza de los residuos ha costado más de US$ 26.000 a la ONG en gastos de operación y monitoreo de playas por el combustible de los vehículos que usan y los salarios de los jornaleros, así como materiales para la limpieza, asegura la organización.

Ibarra señaló que el Gobierno mexicano realmente ha hecho equipo con ellos desde que se dieron cuenta de la situación, especialmente tratándose de una empresa extranjera. Contó que durante uno de los recorridos fueron “acosados” con drones de SpaceX que los grababan.

CNN ha consultado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), al Gobierno de Tamaulipas y a SpaceX para obtener comentarios sobre las declaraciones de Ibarra.

En el mismo comunicado de SpaceX en X, la empresa segura que los desechos son su propiedad y que los intentos de recuperarlos han sido obstaculizados por personas que han entrado a propiedad privada sin autorización.

CNN está intentando obtener información de SpaceX y del Gobierno de Tamaulipas sobre esa propiedad privada a la que la compañía hace referencia.

El Gobierno de Tamaulipas siempre ha expresado que quiere una relación colaborativa con SpaceX. El Gobernador Américo Villarreal visitó Starbase en noviembre de 2024.

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