Por Sharon Braithwaite y Max Saltman, CNN

Después de que Jeff Bezos y Lauren Sánchez se casaran en Venecia el viernes, unos cientos de manifestantes se reunieron el sábado en una estación de tren de la ciudad para protestar, unidos con un mensaje para el multimillonario de Amazon y su esposa: que se vayan.

“Bezos, vete a la mi**da”, coreaban en italiano. “¡Fuera de nuestra laguna!”

Un hombre barbudo llevaba un cartel con temática de Shrek con el mismo mensaje: “Fuera de nuestra laguna”, con la “a” de “laguna” con orejas de Shrek y un enlace de Spotify debajo para la canción principal de la primera película de la saga, “All Star” de Smash Mouth.

“Bezos va de la mano con (el presidente de EE.UU., Donald) Trump, quien está invirtiendo más dinero en la guerra”, gritó una mujer por un megáfono junto a la estación. “Estamos a favor de la paz”.

“(Bezos) tiene muchísimo poder”, dijo el manifestante austriaco Hans Peter Martin a CNN. “Y ahora está abusando de esta ciudad como un lugar para presumir. Así que no es bienvenido aquí”.

Sofia D’Amato, una veneciana de 22 años, enfatizó que las protestas no se trataban de envidia por la riqueza o el poder de Bezos.

“No tenemos celos de que gane tanto dinero, de que sea uno de los hombres más poderosos del mundo”, dijo D’Amato a CNN. “Sentimos celos cuando su riqueza nos golpea en la cara”.

El Ministerio de Turismo de Venecia afirma que la boda de tres días, que según reportes costó US$ 55 millones, podría suponer un impulso de casi el 68 % de la facturación anual del turismo en la ciudad. Además, Sánchez y Bezos donaron 1 millón de euros (US$ 1,17 millones) cada uno a tres instituciones culturales venecianas, según Reuters; un total de US$ 3 millones de euros (US$ 3,5 millones) en donaciones.

Su filantropía no impresionó a D’Amato.

“Dicen que Jeff Bezos donó dinero a Venecia”, comentó D’Amato. “Se donó después de nuestro rechazo. Tal suma para un magnate es insignificante”.

Los manifestantes marcaron un fuerte contraste entre la decadencia de la boda de Bezos y Sánchez el día anterior y las duras realidades de trabajar en la empresa del multimillonario.

“Con dificultad podemos pagar el alquiler”, dijo una mujer, identificada como trabajadora de Amazon, ante la multitud de manifestantes. “Muchos venimos de lejos para llegar al almacén. Nos las arreglamos (…) no vemos esos millones”.

Algunos manifestantes entonaron una vieja consigna de izquierda mientras la marcha avanzaba hacia el Ponte delle Guglie: “El pueblo unido jamás será vencido”.

Al menos un manifestante criticó el sentido de la moda de la pareja con un cartel que decía: “El dinero no compra estilo”.

Muchos levantaron cajas de Amazon con distintos mensajes: “Rechazado”, “No hay espacio para Bezos”.

Entre los manifestantes se veían varias banderas: palestinas, del orgullo LGBTQ, antifascistas y la bandera roja ribeteada de Venecia eran algunas de las más populares.

Algunos ondeaban una versión modificada, con el león dorado portando una espada y usando un pasamontañas negro.

Las autoridades municipales de Venecia no simpatizaron con la protesta y la calificaron en un comunicado de prensa como “ridícula” y “grotesca”.

“Impugnar una boda (cualquier boda) ya es ridículo de por sí. Pero aquí hemos sobrepasado todos los límites del sentido común”, decía un comunicado municipal publicado el sábado. “Hemos caído en el folclore del ‘No a todo’”.

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