Por Pau Mosquera, CNN en Español

Más alto que el Cristo Rey de Swiebodzin, en Polonia, y más famoso que el Cristo Redentor de Río de Janeiro, en Brasil. Ese es el objetivo que persigue la iniciativa impulsada por la Asociación de Devotos del Corazón de Jesús de Boadilla, formada por media docena de personas, quienes pretenden llevar adelante la construcción de la figura de Cristo más grande de todo el mundo en la Comunidad de Madrid.

La obra fue encargada al escultor Javier Viver, quien ha ideado un monumento que tendrá 37 metros de altura (7 más que la icónica escultura que corona el Cerro Corcovado en Río de Janeiro) y 60 metros de envergadura para situar en una parcela de suelo municipal cedida por el Ayuntamiento de Boadilla del Monte, a unos 20 kilómetros al oeste de Madrid.

“Lo principal va a ser que esa gran figura abre los brazos a toda la humanidad y sobresale encima de las cordilleras que rodean un valle. Sobre sale ese gran cuerpo de un coloso y, entonces, abraza a toda la humanidad”, le cuenta Viver a CNN.

El monumento se construirá, mayoritariamente, usando hormigón armado, relata el artista desde su propio estudio, situado en el barrio Puerta del Ángel de Madrid. Una cimentación que erigirá un rostro y heridas alrededor del cuerpo que mimetizarán los rasgos del hombre de la Sábana Santa.

Los brazos se harán por separado usando fibra de vidrio o fibra de carbono, -todavía están estudiando las posibilidades- de forma que sean ligeros y fácilmente atornillables al núcleo de hormigón.

Ya por dentro, la escultura tendrá espacios huecos para permitir el ingreso de los visitantes. “La entrada va a ser a través de cinco puertas”, detalla Viver, “esto me lo sugirieron unas carmelitas descalzas, porque son cinco las llagas de Jesús”.

El escultor cuenta que en el interior los visitantes se encontrarán con “lo que llamamos la Escuela del Corazón de Jesús, que es la introducción a quienes han tenido un contacto experiencial con el corazón de Jesús”. Seguidamente, en un espacio de mayor tamaño y que corresponderá al tronco de la obra, hará acto de presencia un corazón dorado de dos metros y medio de altura, que subirá y bajará verticalmente según la hora del día para permitir su observación de cerca.

Además, las heridas permitirán el paso de la luz del sol, rebotando de pleno en el órgano dorado.

“Queremos que guste y que sea un vehículo para apoyar esa devoción”, señala a CNN Luis de Mena, miembro de la asociación que promueve el monumento. “Lo que sienta cada uno, tiene que ser de cada uno. Lo que a mí me gustaría es que sea una sensación positiva para todos”.

“El proyecto pretende aunar, servir como un símbolo que reúne a mucha gente muy diversa, al margen de sus convicciones religiosas. Se propone como un símbolo de acogida a todos “, añade Viver.

Ahora bien, llevar adelante un proyecto de esta magnitud no será una cuestión fácil. “Lo difícil es encontrar algo que no sea un reto en sí”, afirma Viver. Uno de los principales desafíos se encuentra en la propia financiación de la construcción, “porque va a ser enteramente construido por donaciones privadas, de fieles, o de gente que se siente movido a ello”, destaca el escultor.

Desde la asociación estiman que para completar su construcción serán necesarios cerca de US$ 20 millones (17 millones de euros). Su idea es recaudar ese dinero a través de donaciones y campañas de micromecenazgo que se lanzarán en tres fases distintas.

En la primera fase, la actual, el objetivo es recaudar cerca de US$ 158.000 (135.000 euros), y ya han logrado más de US$ 126.000 (108.206 euros). En la siguiente fase, que se desarrollará entre marzo de 2026 y junio de 2028, pretenden lanzar una campaña de micromecenazgo mundial con la que esperan recaudar alrededor de US$ 5,9 millones, para así iniciar la construcción.

En agosto de 2028, iniciaría la tercera y última fase, que concluiría en junio de 2030 donde esperan reunir otros US$ 13,8 millones y culminar las obras.

Pero como todo proyecto puede presentar contratiempos, desde la asociación ya se han preparado diferentes escenarios. “Sí el proyecto avanza y finalmente [la estatua] es un poco más baja, será igual de bueno el monumento”.

En la web donde detallan el proyecto, incluso, indican que las donaciones son “a fondo perdido”. Significa que, de no reunir la cantidad indicada, usarían el monto alcanzado para construir la escultura “de forma más modesta”.

En cualquier caso y en agradecimiento a los donantes, cada persona que done US$ 5,85 (5 euros) o más, tendrá su nombre grabado en la superficie del corazón dorado.

Como bien reflexiona de Mena, “siempre hay polémica, contamos con ella, […] lo que queremos es no alimentarla”.

En el pleno del Ayuntamiento de Boadilla del Monte del 15 de noviembre de 2019, el consistorio aprobó la cesión del terreno para edificar el monumento por mayoría, sin ningún voto en contra. Tan solo con la abstención de los tres concejales del Grupo Socialista.

En esa oportunidad, el concejal socialista Vicente Gómez planteó sus “serias dudas” respecto al proyecto dado que “puede afectar a la seguridad vial por su proximidad a la M50” (carretera que circunvala Madrid).

A eso sumó su crítica a que “se ceda más terreno público a una entidad de carácter público-privado, sin que esto produzca una regresión de beneficios sociales para los vecinos”.

Consultados por CNN, los vecinos del municipio se debaten entre distintas opiniones.

“Ni bien, ni mal”, señala escueto Lorenzo González. “Me parece un capricho, pero bueno. Si sale el dinero de sus bolsillos, que lo hagan”, argumenta Rosa.

En el lado opuesto encontramos a Andrés Villegas, quien nos dice que “está bien, es algo turístico. Va a traer más turismo acá en la zona”.

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