"Nada ha cambiado": Irán intenta rearmar a grupos aliados ante el estancamiento de las conversaciones con EE.UU.
Por Mostafa Salem y Nic Robertson, CNN
Los grupos armados aliados de Irán están aumentando la presión en puntos clave de Medio Oriente, mientras Teherán intenta reconstruir su influencia regional, erosionada por casi dos años de una destructiva campaña militar israelí.
Los aliados hutíes de Teherán en Yemen pusieron fin la semana pasada a meses de calma en el mar Rojo con ataques contra dos buques mercantes que navegaban por esta importante vía marítima. Se sospecha que los aliados en Iraq están perturbando la producción de petróleo en la región kurda, y en los últimos meses las fuerzas sirias han interceptado envíos de cientos de cohetes destinados a Hezbollah en el Líbano.
La creciente actividad de los aliados refleja la determinación de Irán de seguir apoyando una red de grupos armados disruptivos —considerados desde hace tiempo esenciales para la estrategia de disuasión de Teherán, a pesar de su fracaso a la hora de disuadir los recientes ataques israelíes y estadounidenses en territorio iraní— antes de las posibles conversaciones con Washington para alcanzar un nuevo acuerdo nuclear. Pero, hasta ahora, ni Estados Unidos ni Irán parecen dispuestos a hacer concesiones importantes.
“Irán nunca iba a dejar de reabastecer a sus grupos”, afirmó Michael Knights, investigador principal del Instituto Washington, especializado en asuntos militares y de seguridad de Iraq, Irán y los Estados del Golfo.
“Puede que no sean capaces de enviar tanto o con tanta regularidad —es posible que se intercepten más envíos—, pero si eres la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria (iraní) en este momento, lo que intentas demostrar es que ‘seguimos existiendo, estamos intactos, nada ha cambiado’”.
Israel lanzó el mes pasado un ataque sin precedentes contra Irán, en el que mató a figuras militares clave, entre ellas el jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), Hossein Salami, fundamental para mantener y ampliar la red regional de representantes de la República Islámica, y Behnam Shahriyari, que según Israel era responsable de las transferencias de armas a los aliados de Teherán.
Pero, incluso mientras Irán se recupera de la pérdida de figuras militares clave, ha persistido en armar a esos grupos aliados, lo que indica que todavía los considera un activo estratégico para ampliar su influencia regional.
Apenas tres días después de que se declarara el alto el fuego entre Irán e Israel, un buque que transportaba 750 toneladas de misiles y equipo militar iraní, incluidos sistemas de misiles, motores de drones y de radar, fue interceptado en el mar Rojo por fuerzas leales al Gobierno exiliado de Yemen, según informó el miércoles el Mando Central de Estados Unidos. Añadió que el “enorme cargamento de armas iraníes” tenía como destino a los hutíes.
La interceptación, según el Ejército estadounidense, supuso la “mayor incautación de armas” en la historia de las Fuerzas de Resistencia Nacional de Yemen (NRF), un grupo proestadounidense y antihutí liderado por Tariq Saleh, sobrino del difunto líder yemení Alí Abdullah Saleh.
El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní negó haber enviado armas y calificó la acción como un “intento engañoso” de Estados Unidos para “desviar la opinión pública”.
Los hutíes en Yemen han utilizado armamento iraní para lanzar ataques tanto contra Israel como contra buques comerciales en el mar Rojo. Un ataque contra un barco de propiedad griega la semana pasada causó la muerte de cuatro tripulantes, dejó heridos a otros y provocó la desaparición de 11 personas, según informó la operación naval Aspides, de la Unión Europea, a CNN. Seis de los tripulantes fueron capturados por los hutíes, según informó a CNN la empresa británica de gestión de riesgos marítimos Vanguard Tech.
Días antes, los hutíes atacaron un carguero con bandera liberiana, el Magic Seas, utilizando embarcaciones no tripuladas, misiles y drones.
Los ataques, que hundieron los dos buques, parecen mostrar una escalada de la fuerza y fueron los primeros registrados este año tras meses de calma en la concurrida vía marítima.
En los últimos meses, grupos sospechosos de estar respaldados por Irán también han intensificado sus ataques contra los aliados occidentales en Iraq, desestabilizando la producción de petróleo en la región del país controlada por los kurdos.
Cinco campos petrolíferos, incluidos dos explotados por empresas estadounidenses, fueron atacados tras una “serie de ataques con drones” por parte de “milicias criminales”, según declaró el miércoles Aziz Ahmad, funcionario del Gobierno Regional Kurdo (GRK).
“El GRK acogió con satisfacción la inversión y las empresas estadounidenses. Ahora, esos mismos inversionistas están siendo expulsados en una campaña calculada para estrangularnos económicamente”, dijo Ahmad en X.
El portavoz del GRK Peshawa Hawramani declaró a CNN que los ataques con drones tienen “como objetivo destruir la infraestructura energética” y garantizar que el KRG “no tenga capacidad para producir petróleo y gas, de modo que no pueda utilizarlo como palanca en los acuerdos ni depender de él como fuente de ingresos”.
El Ministerio del Interior del GRK culpó de los ataques de principios de este mes a las Unidades de Movilización Popular, una fuerza paramilitar predominantemente chiíta respaldada por Irán y con sede en Iraq.
“Estos ataques se están llevando a cabo (…) con el objetivo de crear caos”, declaró el Ministerio del Interior después de que un dron cargado de bombas aterrizara cerca de la capital del GRK, Erbil, a principios de este mes.
La influencia regional de Irán se ha debilitado considerablemente desde el ataque de Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023 y la posterior campaña de Israel para erradicar a los representantes de Teherán de la región.
El principal aliado de Irán en el Líbano, Hezbollah, intentó apoyar a Hamas después del 7 de octubre lanzando cohetes transfronterizos y abriendo un segundo frente contra Israel. Desde entonces, el grupo se ha visto gravemente debilitado, perdiendo su antes dominante influencia en el Líbano y enfrentándose a crecientes demandas internas y occidentales para que deponga las armas, ya que sus combatientes son blanco de ataques israelíes casi diarios.
El venerado líder del grupo, Hassan Nasrallah, murió en un ataque israelí el año pasado y su principal ruta de suministro en Siria se perdió tras la caída en diciembre del presidente sirio Bashar al-Assad, un aliado crucial para Teherán.
“Hezbollah está perdiendo influencia, ha perdido credibilidad entre su propia base. Por supuesto, los iraníes están tratando de reforzar a algunos de sus representantes para reforzar su posición negociadora, pero no están logrando muchos avances”, dijo un funcionario regional a CNN.
Sin embargo, otra fuente regional dijo a CNN que Hezbollah podría comenzar a “reagruparse en las próximas semanas” por temor a una escalada de Israel. Hezbollah siente que se encuentra en una “situación existencial” debido a la pérdida de Siria y a la creciente presión interna libanesa, añadió la fuente.
Los intentos de Irán de rearmar a Hezbollah han continuado durante el último año. El nuevo Gobierno sirio, que se opone firmemente a Irán, ha incautado varios cargamentos de armas con destino al Líbano, según el Ministerio del Interior sirio.
El mes pasado, el Ministerio del Interior sirio afirmó en un comunicado que había frustrado un intento de contrabando de misiles antitanque Kornet, del mismo tipo que los utilizados por Hezbollah para atacar tanques israelíes en el sur del Líbano. La Policía siria afirmó que las armas estaban ocultas en un camión que transportaba verduras en la zona rural de Homs, fronteriza con el Líbano.
La primera fuente regional que habló con CNN cuestionó el propósito de Teherán de armar a grupos aliados que habían demostrado ser ineficaces para proteger a Irán o para lograr su misión declarada de “liberar Jerusalén”.
“¿Por qué sigue armando Hezbollah? ¿Qué les han aportado sus armas? No les han dado protección, no les han acercado ni un centímetro a Jerusalén. ¿Qué hacen estas armas, aparte de causar miseria a la población civil?”, dijo la fuente.
El rearme de Irán de grupos en todo Medio Oriente se produce cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, da señales de que su interés en las negociaciones con Teherán está decayendo.
“Ellos quieren negociar desesperadamente. Nosotros no tenemos prisa… hemos bombardeado sus diversos lugares, si quieren negociar, aquí estamos”, dijo Trump el miércoles.
Ali Larijani, asesor principal del líder supremo de Irán, Alí Jamenei, descartó la idea de que las conversaciones fueran inminentes y restó importancia a su relevancia.
“Ahora no es el momento para las conversaciones. Las negociaciones son una táctica (…) esperamos a ver si el líder supremo las considera útiles o no”, declaró Larijani el viernes en un comunicado televisado.
La sexta ronda de negociaciones estaba prevista para el 15 de junio, pero el ataque sorpresa de Israel el día anterior trastocó los planes.
Expertos afirman que la reconstrucción de los grupos armados regionales y la demostración de su capacidad disruptiva podrían servir de ventaja para Irán, que busca negociar desde una posición de fuerza a pesar de sus recientes pérdidas.
“En teoría, reforzará su posición al demostrar que no se están rindiendo y sometiendo. Quieren parecer desafiantes, pero no lo suficiente como para que Estados Unidos les ataque”, afirmó Knights.
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