Importador de jugo de naranja demanda a Trump y advierte que aranceles a Brasil encarecerán los precios a los consumidores
Por Alicia Wallace, CNN
Los aranceles de Trump a Brasil podrían aumentar el precio del jugo de naranja en supermercados estadounidenses como Aldi, Walmart y Wegmans hasta en un 25 %, según un importador de jugo de naranja de EE.UU.
Johanna Foods, una empresa estadounidense que importa y vende jugo de naranja, demandó al Gobierno de Trump con el argumento de que los aranceles del 50 % que planea imponer a productos importados desde Brasil tendrán un impacto de casi US$ 70 millones en su negocio y se traducirán en un fuerte aumento de precios para los consumidores.
La empresa, con sede en Nueva Jersey, presentó la demanda el viernes ante el Tribunal de Comercio Internacional en Nueva York. En ella afirma que la carta enviada por el presidente Donald Trump el 9 de julio al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para anunciar los aranceles no constituye un decreto formal ni invoca ninguna base legal que permita imponer ese tipo de tarifa.
Johanna Foods se describió a sí misma en la demanda como una “pieza clave de la cadena nacional de suministro de jugo de naranja” y señaló que, junto con su filial Johanna Beverage Company, con sede en Spokane, Washington, abastece a casi el 75 % del mercado estadounidense de jugo de naranja no proveniente de concentrado bajo marcas blancas.
Brasil es el mayor productor de jugo de naranja del mundo, con el 75 % de las exportaciones globales, y suministra más de la mitad del jugo que se consume en Estados Unidos, según el Departamento de Agricultura de EE.UU.
Johanna Foods abastece a minoristas como Aldi, Walmart, Sam’s Club, Wegmans, Safeway y Albertsons, según la demanda. También vende su jugo de naranja de marca propia, Tree Ripe, principalmente en tiendas del noreste del país.
Pero todo ese jugo de naranja proviene de Brasil, indicó la empresa.
Johanna Foods estimó que un arancel del 50 % sobre productos brasileños, incluido el jugo de naranja, haría que sus costos anuales se dispararan en US$ 68 millones adicionales, una cifra que —según la empresa— “supera las ganancias de cualquier año individual en los 30 años de historia” del negocio. Los importadores pagan inicialmente todos los aranceles e impuestos y luego los trasladan “dólar por dólar” a la empresa, explicó Johanna Foods en la demanda.
Un aumento de costos de esa magnitud representaría una “carga financiera inmediata e inmanejable” que obligaría a Johanna Foods a subir sus precios a los minoristas, lo que a su vez provocaría un alza del 20 % al 25 % para los consumidores, estimó la compañía. Los costos adicionales también podrían poner en riesgo a su plantilla de 685 empleados en Nueva Jersey y Washington, advirtió la empresa.
La empresa señaló que los aranceles amenazan con provocar un aumento de precio “significativo, y quizás prohibitivo” en un alimento básico del desayuno.
“Los ingredientes de jugo de naranja no proveniente de concentrado importados desde Brasil no están razonablemente disponibles en la cantidad ni calidad suficiente por parte de ningún proveedor en Estados Unidos para satisfacer las necesidades de producción de [Johanna Foods]”, afirma la demanda. “Actualmente, las naranjas cultivadas en Florida se usan principalmente para producir jugo de naranja concentrado debido a la baja calidad del producto, y solo una parte muy reducida de la cosecha se destina al [jugo de naranja no proveniente de concentrado]”.
Además, el mercado citrícola de Florida se ha visto afectado negativamente en las últimas décadas por enfermedades en los cultivos, huracanes y el desarrollo urbano. La cosecha de naranjas en Florida para 2025 podría ser la más baja en 95 años, según el informe más reciente de frutas y frutos secos del Departamento de Agricultura de EE.UU., publicado en marzo.
Florida no es la única que enfrenta problemas en sus cultivos. El calor extremo y una sequía histórica en Brasil también han afectado la producción, lo que ha provocado un fuerte aumento de precios en los últimos años.
El precio promedio de una lata de 12 onzas de jugo de naranja concentrado congelado alcanzó un récord de US$ 4,49 en junio, un aumento del 55% con respecto a 2022, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Johanna Foods es la última pequeña empresa de una lista que ha demandado al Gobierno por sus aranceles.
A fines de mayo, el tribunal de comercio de EE.UU. falló a favor de las empresas, al considerar que Trump excedió su autoridad presidencial al imponer aranceles a nivel nacional. Sin embargo, un tribunal federal de apelaciones permitió que esos aranceles entraran en vigor mientras continúa su revisión judicial.
La empresa pidió al tribunal que declare inconstitucional el arancel a Brasil, al considerar que no está amparado por la Ley de Facultades Económicas en Caso de Emergencia Internacional, y que impida al Gobierno aplicar los aranceles más amplios a nivel nacional anunciados el 2 de abril.
El Gobierno de Trump no ha formalizado oficialmente un arancel del 50 % a Brasil ni ha especificado el mecanismo para su implementación.
“La administración está utilizando legal y legítimamente las facultades arancelarias que la Constitución y el Congreso han otorgado al poder ejecutivo para equilibrar las condiciones para los trabajadores estadounidenses y proteger nuestra seguridad nacional”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Kush Desai en un comunicado enviado por correo electrónico a CNN.
La carta enviada a Brasil vinculó el arancel propuesto —masivo— con el descontento de Trump por el juicio penal en curso contra el expresidente del país, Jair Bolsonaro, un aliado de derecha de Trump que fue acusado de conspirar para dar un golpe de Estado y mantenerse en el poder.
No es la primera vez que Trump utiliza la amenaza de aranceles para intentar influir en decisiones de política interna de otros países. Amenazó a Colombia con imponer aranceles más altos si el país no aceptaba deportados desde Estados Unidos (Colombia finalmente los aceptó y evitó los aranceles). Trump también impuso aranceles a productos de México, Canadá y China con el argumento de que esos países permitían el tráfico de fentanilo y facilitaban la migración ilegal hacia Estados Unidos.
Aun así, la carta de Trump a Brasil incluía una condición similar a la que planteó a otros jefes de Estado: que no habría “arancel” si el país o sus empresas decidían fabricar en Estados Unidos.
Sin embargo, a diferencia de los más de 20 países que recibieron amenazas de aranceles esa misma semana, Estados Unidos tuvo un superávit comercial de US$ 6.800 millones con Brasil el año pasado.
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