Por Avery Schmitz y José Álvarez, CNN

Los gobiernos de México y Estados Unidos firmaron este jueves un acuerdo de entendimiento para atender permanentemente un tema de aguas residuales en la cuenca del río Tijuana.

Las aguas residuales sin tratar afectan de manera continua a los residentes que viven a lo largo del río, el cual cruza la frontera desde Tijuana y atraviesa varios vecindarios del sur de San Diego. Los habitantes de la zona han enfrentado durante mucho tiempo graves problemas de salud que, según los investigadores, se originan en la contaminación del río.

Un equipo de investigación de la Universidad de California en San Diego descubrió que pequeñas cantidades de productos químicos presentes en el agua —provenientes de llantas, productos de cuidado personal e incluso drogas ilícitas— están siendo liberadas al aire desde el río Tijuana, lo que agrava los problemas de salud para decenas de miles de personas que viven en sus márgenes.

En un evento celebrado en la Ciudad de México, la secretaria de Medio Ambiente de México, Alicia Bárcena, y el administrador de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA, por sus siglas en inglés), Lee Zeldin, firmaron el documento que estipula las acciones a emprender por los dos gobiernos para que en 2027 se solucione el tema del deterioro de la cuenca del río Tijuana.

El acuerdo estipula que tanto México como Estados Unidos se comprometen nuevamente a financiar la construcción y renovación de infraestructura de tratamiento de agua en ambos lados de la frontera. El documento también acelera varios proyectos que deberán completarse en los próximos dos años.

“Lo que estamos haciendo en realidad es tratar de resolver de una vez por todas el problema de las aguas residuales del río Tijuana”, dijo Bárcena durante su intervención.

Agregó que este es el primer acuerdo binacional que los gobiernos de México y Estados Unidos logran firmar en los seis meses de la administración actual del presidente Donald Trump.

Por su parte, Zeldin destacó la cooperación alcanzada en el tema, debido al interés que el presidente Trump mostró al principio de su administración para atender los reclamos de los habitantes de la zona y miembros de la Marina que usaban las playas cercanas a la desembocadura del río Tijuana para sus entrenamientos.

La excomisionada de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), María-Elena Giner, calificó el acuerdo como “una excelente noticia” para reafirmar los compromisos asumidos por funcionarios de EE.UU. y México en el Acta 328, que establece cómo ambos países compartirán los costos de operación y mantenimiento de la infraestructura de tratamiento de agua en la frontera.

El financiamiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales y su operación continua ha sido un desafío constante; este acuerdo establece expectativas para proyectos de construcción y rehabilitación que aún no han sido financiados. Sin embargo, dado que el partido Morena, de Bárcena y de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, controla actualmente el Congreso, es probable que los fondos puedan asignarse en los presupuestos de 2026 y 2027.

En la conferencia matutina de este viernes, Bárcena señaló que trabaja para lograr un acuerdo en el que EE.UU. y México cubran cada uno la mitad de los costos de modernización de la planta crítica de San Antonio de los Buenos, ubicada al suroeste de Tijuana. Calcula que las mejoras para este proyecto costarán US$ 67 millones, o 1.200 millones de pesos.

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Verónica Calderón e Isa Cardona, de CNN, contribuyeron con este reporte.