Por Betsy Klein y Alayna Treene, CNN

Hostigado por preguntas sobre el escándalo de Jeffrey Epstein incluso desde Escocia, el presidente Donald Trump volvió a intentar distanciarse del delincuente sexual y ofreció una de sus explicaciones personales más detalladas hasta la fecha sobre su antigua relación con el desacreditado financiero.

Mientras estaba sentado junto a un primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, con el rostro serio, Trump dijo a los reporteros este lunes que nunca dibujó a una mujer en una supuesta carta de cumpleaños subida de tono para Epstein, que nunca visitó su isla, y que se distanció de él tras una disputa comercial “inapropiada”.

Sus amplias respuestas a los periodistas durante la reunión bilateral ilustraron claramente cómo Trump y los funcionarios de la Casa Blanca han tenido dificultades para dejar atrás el tema de Epstein, incluso durante un viaje internacional a 5.000 kilómetros de Washington.

El presidente ha estado frustrado por la constante atención al caso Epstein, dijeron a CNN varios funcionarios del Gobierno de Trump, quejándose de lo que él percibe como una narrativa impulsada por los demócratas y los medios, insinuando que estuvo involucrado en algo turbio. Desde que su Departamento de Justicia publicó hace tres semanas un memorando sin firmar en el que afirma que Epstein sí se suicidó y que no existe ninguna supuesta “lista de clientes” de sus asociados criminales, la reacción ha sido intensa y sostenida, incluso por parte de la propia base MAGA de Trump.

El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, ha intentado repetidamente frenar las historias sobre la antigua amistad del presidente con Epstein, al calificarlas de “noticias falsas”. Un funcionario de la Casa Blanca aclaró que lo que niegan enfáticamente es la idea de que Trump haya estado involucrado en alguna conducta indebida, no el hecho de que tuvieran una relación en el pasado, ni que el nombre de Trump haya aparecido en documentos relacionados con Epstein.

“Lo que [Cheung] quiere decir con una historia falsa es toda la narrativa falsa de que Trump hizo algo malo o que hay algo incriminatorio en su relación con Jeffrey Epstein”, dijo el funcionario.

El propio Trump ha desestimado el drama de Epstein en múltiples intercambios públicos con reporteros, o ha pedido repetidamente al Departamento de Justicia que publique cualquier evidencia “creíble” adicional, sin ofrecer más información. Pero este lunes marcó un cambio: aunque comenzó con sus característicos comentarios desdeñosos, pronto ofreció su refutación más sustancial y una descripción de su distanciamiento con Epstein, que ocurrió antes de los primeros cargos criminales contra el financiero.

“Durante años no hablé con Jeffrey Epstein. No quería hablar con él, porque hizo algo inapropiado. Contrató personal, y le dije: ‘No vuelvas a hacer eso nunca más’. Se robó gente que trabajaba para mí. Le dije: ‘No vuelvas a hacer eso’. Lo hizo de nuevo, y lo eché del lugar, persona non grata. Lo eché, y eso fue todo. Me alegra haberlo hecho”, dijo Trump.

Trump también rechazó un reciente reporte de The Wall Street Journal sobre una supuesta carta de cumpleaños de 2003 para Epstein que incluía su firma y el dibujo de una mujer desnuda.

“Yo no hago dibujos. No soy una persona que dibuja. No hago dibujos. A veces la gente me dice: ‘¿Puedes hacer un edificio?’, y hago cuatro líneas y un techito, ya sabes, para una causa benéfica. Pero no soy de dibujar. No dibujo mujeres, eso sí te lo puedo decir. Dicen que hay un dibujo de una mujer, y yo no dibujo mujeres”, afirmó el presidente, en su respuesta más extensa sobre el tema desde que se publicó la historia a principios de este mes.

Según The Wall Street Journal, la carta incluía un dibujo de los senos de una mujer y una firma con el nombre “Donald” colocada en lugar del vello púbico, rodeada de varias líneas de texto mecanografiado. Trump demandó al medio, al afirmar que la carta es falsa.

Además, Trump enfatizó que “nunca fue a la isla”, en referencia a la isla privada de Epstein en el Caribe.

“Nunca tuve el privilegio de ir a su isla, y lo rechacé. Mucha gente en Palm Beach fue invitada a su isla. En uno de mis mejores momentos, lo rechacé. No quise ir a su isla”, aseguró.

Trump mostró inicialmente poco interés en el tema, al decirle a un reportero que se trataba de “una farsa que ha sido exagerada fuera de toda proporción”. El presidente repitió su argumento de que, si hubiera información incriminatoria o escandalosa sobre su relación con Epstein, los demócratas “ya la habrían publicado”.

La relación entre Trump y Epstein se remonta a la década de 1980 e incluyó apariciones frecuentes en eventos sociales. La secretaria de Justicia, Pam Bondi, informó a Trump a principios de este año que su nombre aparece en archivos relacionados con el caso Epstein, aunque no está claro en qué contexto aparece su nombre, y no se le ha acusado de ningún delito. Sin embargo, las teorías de conspiración que en su momento fueron promovidas por el propio presidente y aliados que ahora dirigen agencias federales de seguridad han generado un creciente escrutinio.

De regreso en Estados Unidos, el vicepresidente J. D. Vance —quien previamente había pedido transparencia sobre el caso Epstein— también trató de distanciar al Gobierno del creciente escándalo durante una aparición este lunes en Canton, Ohio. Elogió a Trump por pedir la publicación de toda “información creíble”, aunque advirtió que “ese tipo de cosas lleva tiempo”. En cambio, Vance apuntó contra los expresidentes Barack Obama y George W. Bush, al decir que sus Gobiernos fueron “indulgentes con Epstein”.

“Si quieren criticar a quienes no están siendo completamente transparentes, deberían ir tras los Gobiernos que fueron indulgentes con Jeffrey Epstein, que ocultaron este caso por 20 años, y que no mostraron total transparencia”, dijo Vance.

Durante el Gobierno de Bush, el fiscal federal Alex Acosta —quien luego fue secretario de Trabajo en el primer mandato de Trump— llegó a un acuerdo de no enjuiciamiento con Epstein en 2007, lo que le permitió evitar cargos federales. Solo cumplió 13 meses de prisión por cargos estatales de prostitución relacionados con su participación sexual con menores de edad.

Trump también ha intentado desviar la atención hacia Obama, al utilizar un informe de la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, para acusar reiteradamente al expresidente de traición. Trump y Gabbard sostienen que la idea de que Rusia intervino en las elecciones de 2016 y favoreció a Trump es una narrativa impulsada por Obama para socavar al actual presidente. Sin embargo, la información adicional publicada por Gabbard no contradice la afirmación de que Rusia sí intervino en las elecciones, y la oficina de Obama calificó las acusaciones de “ridículas y un débil intento de distracción”.

Mientras tanto, funcionarios de la Casa Blanca siguen frustrados porque la atención sobre Epstein ha desviado el enfoque de temas que consideran más importantes. Tres semanas después de que su Gobierno publicara el memorando sobre Epstein, el presidente lamentó públicamente que no ha podido dejar atrás el asunto.

“Ya se fue. Y queremos enfocarnos en acuerdos comerciales. Quiero enfocarme en el acuerdo que acabamos de cerrar con la Unión Europea, que es el acuerdo comercial más grande de la historia”, dijo.

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Donald Judd de CNN contribuyó a este reporte