La construcción del salón de baile de US$ 200 millones de Trump en la Casa Blanca comenzará en septiembre
Por Kevin Liptak, CNN
El presidente de EE.UU. Donald Trump ha soñado con un nuevo salón de baile en la Casa Blanca durante década y media.
Ese sueño está a punto de hacerse realidad.
En septiembre comenzará la construcción de un salón de baile de US$ 200 millones y 8.400 metros cuadrados, anunció su secretaria de prensa este jueves, cumpliendo así una ambición de 15 años del presidente de construir un espacio para eventos en los terrenos de la Casa Blanca que amplíe la capacidad para recepciones, pero que también recuerde los lujosos salones de sus clubes privados.
Las imágenes proporcionadas por la Casa Blanca muestran un espacio amplio con candelabros de oro y cristal, columnas corintias doradas, un techo artesonado con incrustaciones de oro, lámparas de pie doradas y un piso de mármol ajedrezado. Tres paredes de ventanas arqueadas dan vista al jardín sur de la Casa Blanca, incluyendo una enorme nueva asta de bandera, otra de las adiciones de Trump al histórico recinto.
“Siempre dije que iba a hacer algo con el salón de baile, porque deberían tener uno”, dijo Trump a los periodistas este jueves. “Será un gran proyecto para dejar un legado, y creo que será especial”.
La secretaria de prensa Karoline Leavitt dijo que el nuevo “salón de baile de Estado” ocupará el espacio que actualmente alberga el ala este de la mansión ejecutiva, donde tradicionalmente han tenido sus oficinas las primeras damas. El personal que trabaja allí será “reubicado temporalmente”.
Las imágenes muestran el exterior del salón de baile sobresaliendo hacia el Jardín Sur, con una columnata a lo largo de una de las paredes. Una fachada palladiana con columnas y un frontón se ubica en la pared este.
El estilo dorado y blanco imita fielmente el salón principal de eventos de estilo Luis XIV de Mar-a-Lago, la propiedad de Trump en Palm Beach. Trump no ha rehuido inspirarse en sus clubes.
“Ningún presidente sabía cómo construir un salón de baile”, dijo Trump el fin de semana pasado al reunirse con la presidenta de la Comisión Europea en otro de sus salones decorados con cristales, este en su resort de golf Turnberry en Escocia. “Podría tomar este, dejarlo ahí mismo, y sería precioso”.
El nuevo salón de baile —que mantendrá el “tema y la herencia arquitectónica” de la mansión ejecutiva neoclásica, según la Casa Blanca— tendrá capacidad para 650 personas sentadas, más de tres veces el espacio del Salón Este, actualmente el mayor espacio para eventos en la Casa Blanca.
“El presidente Trump es un constructor de corazón y tiene un ojo extraordinario para los detalles”, dijo la secretaria general de la Casa Blanca, Susie Wiles, en un comunicado. “El presidente y la Casa Blanca de Trump están plenamente comprometidos a trabajar con las organizaciones apropiadas para preservar la historia especial de la Casa Blanca mientras se construye un hermoso salón de baile que pueda ser disfrutado por futuras administraciones y generaciones de estadounidenses”.
Leavitt calificó la nueva construcción —que, según dijo, será financiada por Trump y otros donantes privados— como una adición necesaria, después de que administraciones anteriores se vieran obligadas a realizar grandes eventos en una carpa temporal en el Jardín Sur, la cual calificó de “antiestética”.
“Durante 150 años, presidentes, administraciones y personal de la Casa Blanca han anhelado un gran espacio para eventos en el complejo de la Casa Blanca que pueda albergar a muchos más invitados de los que actualmente se permite”, dijo. “El presidente Trump ha expresado su compromiso de resolver este problema en nombre de futuras administraciones y del pueblo estadounidense”.
De acuerdo con Leavitt, Trump se ha reunido recientemente con funcionarios del Servicio de Parques Nacionales, la Oficina Militar de la Casa Blanca y el Servicio Secreto de EE.UU. para “discutir características de diseño y planificación”.
La firma McCrery Architects, reconocida por su “diseño arquitectónico clásico”, fue seleccionada para liderar el proyecto.
“Es un honor que el presidente Trump me haya confiado ayudar a llevar a cabo esta hermosa y necesaria renovación en la Casa del Pueblo, preservando la elegancia de su diseño clásico y su importancia histórica”, dijo el director ejecutivo de la firma, Jim McCrery, en un comunicado.
La idea de un nuevo salón de baile en la Casa Blanca rondaba la mente de Trump al menos desde 2010, cuando llamó a la Casa Blanca de Barack Obama para ofrecerse a construir uno.
Su oferta fue rechazada.
“Iba a costar unos US$ 100 millones”, dijo Trump durante su primer mandato. “Me ofrecí a hacerlo y nunca recibí respuesta”.
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