Trump exige a las farmacéuticas bajar los precios en 60 días. Expertos de la industria dicen que es improbable que eso suceda
Por Tami Luhby, CNN
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó la presión sobre las principales farmacéuticas para que igualen sus precios en EE.UU. con los mucho más bajos que se ofrecen a los pacientes en otros países, aunque los expertos de la industria no esperan que las compañías farmacéuticas accedan.
Trump envió cartas el jueves a los CEO de 17 grandes compañías farmacéuticas con una lista de exigencias, incluyendo que los fabricantes extiendan el llamado precio de “Nación Más Favorecida” —el precio más bajo pagado por un medicamento en un país comparable— a todos los medicamentos proporcionados a los afiliados de Medicaid. También quiere que las compañías garanticen que Medicaid, Medicare y los aseguradores del mercado comercial paguen esos precios por todos los nuevos medicamentos. El presidente dio a las compañías 60 días para cumplir.
La directiva surge de un decreto que Trump firmó en mayo, cuando exigió a las farmacéuticas que comenzaran a ofrecer esos precios más bajos a los pacientes estadounidenses o que enfrentaran consecuencias. Según el Gobierno, los precios de algunos medicamentos de marca en EE.UU. son más de tres veces mayores que los de otras naciones desarrolladas.
En ese decreto, también ordenó al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) que estableciera objetivos de precios en un plazo de 30 días. Pero Trump insinuó que las conversaciones entre los funcionarios del HHS y las compañías no arrojaron resultados que él considerara aceptables.
“La mayoría de propuestas que mi administración ha recibido para ‘resolver’ este tema crítico prometieron más de lo mismo: desplazar la culpa y pedir cambios de política que resultarían en miles de millones de dólares en dádivas para la industria”, escribió en las cartas, que fueron publicadas en Truth Social. “De ahora en adelante, lo único que aceptaré de los fabricantes de medicamentos es un compromiso que proporcione un alivio inmediato a las familias estadounidenses ante los precios desorbitados de los medicamentos y el fin del viaje gratis de la innovación estadounidense por parte de Europa y otras naciones desarrolladas”.
“Pero si se niegan a actuar, utilizaremos todas las herramientas a nuestra disposición para proteger a las familias estadounidenses de las prácticas abusivas de precios de medicamentos que continúan”, agregó. “Los estadounidenses exigen precios más bajos de medicamentos, y los necesitan hoy”.
El decreto de mayo describía algunas posibles consecuencias si los fabricantes no avanzan significativamente en la reducción de los precios. Eso incluye ordenar al HHS que redacte una norma para implementar la política, permitir una mayor importación de medicamentos a EE.UU., revisar las exportaciones de medicamentos, y hacer que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) modifique o revoque las aprobaciones otorgadas a medicamentos que puedan ser “inseguros, ineficaces o mal comercializados”.
La industria farmacéutica advirtió que las exigencias de Trump podrían dañar la investigación y el desarrollo, y agregó que China está amenazando con superar a EE.UU. en liderazgo biofarmacéutico.
“Importar controles de precios extranjeros socavaría el liderazgo estadounidense, perjudicando a pacientes y trabajadores”, dijo Alex Schriver, vicepresidente sénior de Pharmaceutical Research and Manufacturers of America, conocida como PhRMA. “Para reducir las diferencias de precios con otros países, los legisladores deben controlar a los intermediarios del sistema de salud que aumentan los costes para los estadounidenses y hacer que los países extranjeros paguen su parte justa por los medicamentos innovadores”.
Los precios de las acciones de varias de las compañías que recibieron las cartas, incluidas Eli Lilly, Merck, Johnson & Johnson, GSK y Amgen, bajaron entre un 1,5 % y casi un 5 % el jueves. El índice S&P 500 de la industria farmacéutica cerró el jueves con una caída de casi el 3 %.
El presidente, sin embargo, no tiene la autoridad legal ni las herramientas regulatorias para exigir a las farmacéuticas que vendan sus productos a precios de “Nación Más Favorecida” en ningún mercado, dijo Spencer Perlman, director de Investigación en Políticas de Atención Médica en Veda Partners, que asesora a inversores institucionales y corporaciones.
La administración podría intentar instaurar una “prueba” obligatoria de tal sistema de precios en Medicare y Medicaid a través del Innovation Center de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, dijo Perlman. Pero eso probablemente enfrentaría desafíos legales.
La declaración de Trump pone a las compañías farmacéuticas en una situación difícil, dijo Chris Meekins, director general de Investigación de Políticas de Salud en Raymond James.
“Está tratando de ejercer presión pública sobre las compañías farmacéuticas para que hagan voluntariamente lo que legalmente no tiene la autoridad para obligarlas a hacer”, dijo Meekins. “Y ninguna compañía farmacéutica quiere convertirse en la próxima Universidad de Harvard, siendo el objetivo del poder total del Gobierno de Estados Unidos en su contra”.
El resultado final podría ser precios más altos o acceso demorado a medicamentos en otros países. Pero es poco probable que el esfuerzo beneficie a muchos pacientes estadounidenses, dijo.
“La mayoría de la gente en Estados Unidos no verá ni una sola diferencia en los precios que pagan por los productos”, dijo Meekins.
El esfuerzo de Trump por establecer una regla de “Nación Más Favorecida” para ciertos medicamentos en Medicare durante su primer mandato fue rápidamente bloqueado por tribunales federales por razones procesales antes de ser rescindido por el entonces presidente Joe Biden en 2021. El decreto de mayo va mucho más allá de esa medida, ya que no se limita a los medicamentos comprados por Medicare ni a una cierta cantidad de productos farmacéuticos.
Notablemente, las cartas son un retroceso respecto al decreto general, que se aplicaba a todos los medicamentos en todos los mercados, dijo Meekins.
Ahora, Trump exige que las compañías bajen los precios solo en el programa de Medicaid —lo que beneficiará más a los estados que a los afiliados, ya que estos ya pagan poco o nada por los medicamentos— y solo en medicamentos nuevos en los mercados de seguros de Medicare, Medicaid y comerciales.
En las cartas, Trump también exigió que las compañías farmacéuticas devuelvan los ingresos de las operaciones en el extranjero para bajar los precios en EE.UU. mediante “un acuerdo explícito con Estados Unidos”. Además, ordenó a los fabricantes que participen en programas para vender ciertos medicamentos directamente a los consumidores o empresas a precios de “Nación Más Favorecida”.
Las farmacéuticas se han quejado durante mucho tiempo de que los gobiernos extranjeros, que intervienen más en la fijación de precios, exigen precios muy bajos para permitir el acceso a sus mercados.
No es la única forma en que la administración Trump está presionando a las farmacéuticas: los funcionarios también han considerado imponer aranceles a las importaciones farmacéuticas, que habían estado exentas de esos gravámenes implementados durante el primer mandato del presidente. Los expertos han advertido que los aranceles podrían agravar la escasez de ciertos medicamentos, especialmente los genéricos, y eventualmente aumentar los precios.
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