Por Kyle Feldscher

El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó el martes un decreto para establecer un grupo de trabajo en la Casa Blanca que coordine la preparación del Gobierno federal para los Juegos Olímpicos de Verano de 2028 en Los Ángeles, y aprovechó la ocasión para criticar duramente la participación de atletas transgénero en el deporte femenino.

El grupo de trabajo es un reflejo de uno similar que supervisa los preparativos federales para la Copa Mundial del próximo año, que en parte tendrá lugar en Estados Unidos. La iniciativa busca centralizar todas las operaciones de planificación que deberán funcionar en sincronía para que un evento masivo como los Juegos Olímpicos se desarrolle sin contratiempos. Sin embargo, incluso mientras pregonaba el espíritu unificador de los Juegos Olímpicos, Trump profundizó en las guerras culturales en torno al deporte que, según él, fueron un elemento clave de su campaña presidencial de 2024.

A los pocos minutos del evento, Trump agradeció a Gene Sykes, presidente y director del Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos, por el compromiso del grupo de acatar una orden del Gobierno de Trump que prohíbe a las atletas transgénero competir en deportes femeninos, como parte de una actualización en la política de seguridad de atletas de la organización. El cambio hizo parte de un documento de 27 páginas publicado el mes pasado, que hacía referencia al cumplimiento del comité con el decreto de Trump de “mantener a los hombres fuera del deporte femenino”, emitido en febrero.

“Estados Unidos no permitirá que los hombres roben trofeos a las mujeres en los Juegos Olímpicos de 2028. Por lo tanto, apreciamos la imparcialidad y todo lo demás que han demostrado”, le dijo Trump a Sykes.

Posteriormente, un periodista le preguntó a Trump si ordenaría a la secretaria de Justicia Pam Bondi que procesara a cualquier atleta transgénero que participe en deportes femeninos, refiriéndose especialmente al boxeo femenino.

En los Juegos Olímpicos de París del año pasado, la boxeadora argelina Imane Khelif ganó la medalla de oro en medio del escrutinio sobre su género, después de que un organismo rector anterior, la Asociación Internacional de Boxeo, la descalificara a ella y a otra boxeadora taiwanesa de la competencia tras alegar que no pasaron una prueba de elegibilidad. Khelif ha afirmado repetidamente que no es transgénero, y las autoridades olímpicas han reiterado durante los Juegos que es, y siempre ha sido, mujer. Sin embargo, esto no ha impedido que Trump y otros críticos se refieran a ella repetidamente como hombre y utilicen su medalla de oro como tema de conversación en sus discursos de campaña.

El presidente eludió la idea de procesar penalmente a atletas transgénero que participen en competencias femeninas y dijo que espera “una forma muy estricta de pruebas”.

“En cuanto a cargos, tendría que preguntarle a la secretaria de Justicia. No lo sé, pero se realizarán pruebas muy rigurosas, y si las pruebas no dan los resultados adecuados, no participarán en los Juegos Olímpicos”, declaró.

Las pruebas serán implementadas por los organismos rectores mundiales de cada deporte. Algunos de estos organismos, como World Athletics, ya han anunciado planes para realizar pruebas genéticas únicas a las atletas que deseen competir en competiciones femeninas. La Federación Mundial de Boxeo anunció planes para realizar pruebas genéticas, mencionando específicamente a Khelif en su anuncio, algo por lo que posteriormente se disculpó.

Trump dijo creer que el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos habría tomado medidas enérgicas contra las atletas transgénero que participan en deportes femeninos incluso sin su influencia.

“Probablemente lo habrían hecho, porque parece ser un tema que la mayoría de la gente considera que debería abordarse”, declaró Trump.

El presidente añadió que tiene una opinión muy firme sobre el tema y lo convirtió en un mensaje central de su campaña, afirmando que su candidatura presidencial se basó “en parte en eso”.

Si bien Trump elogió a Casey Wasserman, presidente del Comité Organizador de Los Ángeles para los Juegos Olímpicos de 2028, criticó duramente a los políticos demócratas de California que también trabajarán para garantizar que el evento se desarrolle sin contratiempos. Mencionó a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y al gobernador de California, Gavin Newsom, atacando al gobernador por su enfoque en los incendios forestales en el estado y el uso que California hace del agua, y a Bass por el proceso de aprobación de permisos de construcción después de que los incendios forestales devastaran partes de la ciudad a principios de este año.

El presidente prometió utilizar la Guardia Nacional y al Ejército para brindar seguridad en los Juegos Olímpicos, de ser necesario. No es inusual que se despliegan refuerzos masivos de seguridad para los Juegos: en París, policías de toda Europa estuvieron presentes en las calles de la “Ciudad de las Luces” como parte del operativo de seguridad.

“Esto va a ser muy seguro, y, si es necesario, porque obviamente tienen un alcalde poco competente”, dijo Trump.

El propio presidente preside el grupo de trabajo y el vicepresidente J.D. Vance será el vicepresidente. Los Juegos Olímpicos son un motivo de orgullo para Trump y lo ha revelado en el hecho de que el evento cuatrienal, junto con la Copa del Mundo del próximo año y la Ryder Cup de este año, se llevarán a cabo en Estados Unidos durante su segundo mandato en el cargo.

Prometió movilizar a “todo el gobierno federal para garantizar que los juegos sean seguros, sin contratiempos y un éxito histórico. Va a ser increíble. Creo que va a ser increíble. Estados Unidos es una nación de campeones, y en julio de 2028 le mostraremos al mundo lo que Estados Unidos hace mejor. Será entonces cuando ganemos como nunca antes”.

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