Trump firma un decreto que podría facilitar que planes de retiro 401(k) ofrezcan inversiones de capital privado
Por Jeanne Sahadi, CNN
El presidente Donald Trump firmó este jueves un decreto que podría facilitar que los planes 401(k) —y otros planes de jubilación en el lugar de trabajo— ofrezcan a los empleados otras alternativas para invertir parte de sus ahorros, incluyendo una de capital privado, un recurso exclusivo de inversionistas institucionales y de alto patrimonio “acreditado”.
El decreto busca “aliviar las cargas regulatorias y el riesgo de litigios” para permitir que los empleadores que patrocinan planes de jubilación “apliquen su mejor juicio al ofrecer oportunidades de inversión a los participantes relevantes del plan”.
Se solicita al Departamento de Trabajo que “reexamine” sus directrices, “tanto pasadas como presentes, sobre las obligaciones de los fiduciarios en virtud de la Ley de Seguridad de los Ingresos de Jubilación de los Empleados de 1974”. En concreto, “para aclarar su postura sobre los activos alternativos e identificar los criterios que los fiduciarios deben utilizar para equilibrar prudentemente los gastos potencialmente mayores con los objetivos de obtener una mayor rentabilidad neta a largo plazo y una mayor diversificación de las inversiones”.
El decreto también instruye a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) a facilitar el acceso de los participantes en planes laborales a activos alternativos.
Lisa Gómez, quien se desempeñó como subsecretaria de Trabajo para la seguridad de los beneficios de los empleados en el Departamento desde octubre de 2022 hasta enero de este año, afirmó que los patrocinadores de planes deberán adherirse con la mayor rigurosidad posible a sus obligaciones fiduciarias fundamentales para evaluar las nuevas opciones que se implementen y tomar decisiones que beneficien a los participantes y beneficiarios de sus planes.
Y una vez redactadas esas nuevas normas, el empleador, como patrocinador de un plan de trabajo, deberá realizar su propia diligencia sobre las nuevas ofertas de inversión.
En los últimos meses, el sector del capital privado y el crédito ha hecho un intento constante por acceder a un mercado de más de US$ 12 billones en planes de ahorro de contribución definida para el lugar de trabajo.
Si bien no existe una ley que prohíba a los patrocinadores de planes ofrecer inversiones en el mercado privado a los empleados, tradicionalmente se han mantenido al margen porque tienen el deber fiduciario de proporcionar una gama de inversiones prudentes y a precios razonables.
Hasta la fecha, las opciones de capital privado y crédito privado han sido más riesgosas, más caras, menos transparentes y menos líquidas que los fondos de acciones y bonos que cotizan en bolsa.
El decreto del presidente no cambiará la política, pero aclarará su postura al resto del Gobierno, afirmó Jaret Seiberg, analista de políticas de servicios financieros de TD Cowen Washington Research Group, en una nota de investigación.
Esa es una de las razones por las que Seiberg no espera cambios inmediatos. “Aún requerirá que las agencias elaboren nuevas normas. Eso podría demorar hasta 2026”, afirmó.
Y una vez que se redacten esas nuevas reglas, el empleador, como patrocinador del plan, deberá realizar su propia debida diligencia sobre las nuevas ofertas de inversión.
Lisa Gomez, quien fue subsecretaria de trabajo para la seguridad de beneficios de los empleados en el Departamento de Trabajo desde octubre de 2022 hasta enero de este año, dijo que los patrocinadores de planes deberán apegarse más que nunca a sus deberes fiduciarios fundamentales para evaluar las nuevas opciones y tomar decisiones en el mejor interés de los participantes y sus beneficiarios.
“Va a ser más complicado”, afirmó Gómez, quien, antes de trabajar en el Gobierno, estuvo 30 años en el sector privado como abogada, representando a patrocinadores de planes.
Ella recomienda que los patrocinadores contraten abogados y asesores fiduciarios con experiencia en capital privado para que les ayuden a evaluar las nuevas opciones. Asimismo, deberán solicitar presentaciones detalladas sobre honorarios, estrategias de inversión y rendimientos a diversas empresas que comercializan nuevos productos en el mercado privado.
Los patrocinadores deberían investigar el rendimiento de una nueva opción de inversión privada en comparación con un producto similar que, hasta la fecha, solo ha estado disponible para instituciones e individuos adinerados, afirmó. Entonces, si un nuevo producto está diseñado para abordar las preocupaciones de costo, transparencia y liquidez de los participantes en planes de retiro regidos por la Ley de Seguridad de Ingresos de Jubilación del Empleador (ERISA), “¿afectará eso la rentabilidad?”, preguntó Gomez.
Lo que los patrocinadores de planes no deberían hacer es rechazar de plano la idea del capital privado debido a costos más altos u otros factores, afirmó. “Para las personas adecuadas en las circunstancias apropiadas, con el apoyo y la formación convenientes, podría ser útil”.
Pero, añadió Gómez, también es importante que los patrocinadores consideren las posibles desventajas. “Si alguien dice que no las hay, lo cuestiono”, señaló. “Hay que tener cuidado de no dejarse llevar por la publicidad exagerada. Pero tampoco debemos tener miedo. Debemos aprender”.
El argumento entre quienes creen que los que ahorran para la jubilación podrían beneficiarse de una exposición, al menos indirecta, a los mercados privados es que esto proporcionará una mayor diversificación a todos los mercados a nivel mundial, dado el gran crecimiento del mercado privado en relación con el público en los últimos años.
Hal Ratner, jefe de investigación de Morningstar Investment Management LLC, señala que hay aproximadamente 25 veces más empresas individuales en el mercado de capital privado que en el mercado que cotiza en bolsa.
“Las empresas se mantienen privadas durante más tiempo y llegan al mercado IPO (en referencia al mercado de oferta pública inicial, cuando una empresa pasa de ser de propiedad privada a ser de propiedad pública) con mayor tamaño y madurez. Por lo tanto, las oportunidades de crecimiento disponibles para los inversores del mercado público se han vuelto más limitadas”, escribió Ratner en una columna reciente.
Dada toda la diligencia debida que deberán realizar los fiduciarios, es probable que la mayoría de quienes ahorran para la jubilación con planes de empresa no tengan la alternativa de invertir en una opción del mercado privado.
Y algunos puede que no vean ningún cambio.
“El decreto puede eliminar algunas de las objeciones que los empleadores han tenido para incorporar activos privados en las opciones de 401(k), especialmente las preocupaciones sobre litigios. Sin embargo, puede que no sea suficiente para superar las preocupaciones de costos de los comités de 401(k) de los empleadores o los recursos para evaluar inversiones”, escribieron analistas de Pitchbook, una plataforma de datos y análisis financieros de mercados privados, en una nota de investigación.
Mientras tanto, se espera un amplio debate sobre cómo estructurar el acceso de los inversores minoristas promedio al capital privado y la deuda privada con las mismas salvaguardias que exige la ERISA.
La senadora Elizabeth Warren, por ejemplo, ha expresado abiertamente su escepticismo y sus preocupaciones. La demócrata de mayor rango en el Comité Bancario del Senado está solicitando más información a Empower, una de las mayores entidades gestoras de registros que planea ofrecer a sus clientes de planes 401(k) una opción de capital privado a partir del próximo trimestre.
En términos más generales, también le preocupa el riesgo sistémico que el mercado de crédito privado puede representar para la economía estadounidense. A mediados de julio, escribió al secretario del Tesoro, Scott Bessent, señalando que se ha producido un aumento del 145 % en el volumen de préstamos bancarios a fondos de deuda privada. Solicitó que el Consejo de Supervisión de la Estabilidad Financiera (FSOC, en inglés) analice “en qué medida la participación de las empresas financieras no bancarias en el mercado de crédito privado y la creciente implicación con el sistema bancario central representan amenazas para la estabilidad financiera de EE.UU.”
Entre estas empresas no bancarias se incluyen fondos de capital y de crédito privado.
También solicitó que el FSOC colaborara con la Oficina de Investigación Financiera para diseñar y realizar una prueba de estrés exploratoria de las instituciones financieras no bancarias que realizan actividades de crédito privado.
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