"Esto ha sido como un trauma": el drama de una familia migrante atrincherada en su casa por miedo a ICE
Por Anabella Gonzalez y Gonzalo Alvarado, CNN en Español
Roberto Reyes tiene 32 años y es nacido en Nicaragua. Hace tres años llegó a Estados Unidos con su familia y, desde el 30 de julio, vive una situación que se parece bastante a una pesadilla, a la escena de una película de terror de la que nunca pensó ser el protagonista: lleva días encerrado en su casa en Fontana, California, luego de que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) intentaran arrestarlo.
Así se ve en videos de cámaras de seguridad compartidos con CNN por Reyes, que muestran el momento en el que llega corriendo a la puerta de su apartamento.
Desde el lado de adentro, su esposa y su hija lo esperan. Ingresa y rápidamente cierran la puerta detrás de él. Segundos después dos agentes de inmigración, que no logran detenerlo, intentan irrumpir en la casa con patadas a la entrada.
Luego otro agente se acerca a la cámara y muestra que tiene las llaves de la casa de Roberto en su poder. Para Reyes, esto tiene un solo significado: “Vamos a venir por ti tarde o temprano”, dice.
ICE ha deportado a aproximadamente 150.000 personas desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo, según la vocera del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin. Esto posiciona a su Gobierno en camino de registrar la mayor cantidad de deportaciones en más de una década.
Desde el interior de su casa, de donde no sale desde hace días por temor, este migrante nicaragüense reconstruye los hechos y muestra cómo se esforzó para sostener la puerta y evitar que los agentes de inmigración entraran en su hogar para llevárselo.
“Esto ha sido como un trauma. No podemos escuchar que tocan la puerta porque ya salimos corriendo”, dice sobre los días que lleva encerrado allí con su familia.
La mañana del 30 de julio, pasadas las 7:45 hora local, Reyes había salido rumbo a su trabajo. En el camino, cuenta a CNN, cuatro camionetas lo persiguieron y lo interceptaron: “Dejé mi camioneta encendida, con la puerta abierta, con todo: mi documento, mi cartera y todo, y salí corriendo”. Mientras se escapaba llamó a su esposa, que lo esperaba con la puerta abierta para evitar lo que más temen: que las autoridades los separen.
El Departamento de Seguridad Nacional le dijo a CNN que el 30 de julio agentes de ese departamento y de la patrulla fronteriza intentaron detener a Reyes. Afirman que es un “peligroso extranjero indocumentado que enfrenta cargos penales”.
Reyes, que actualmente trabaja como electricista, dijo a CNN que esos cargos se dieron tras una disputa con un vecino y que posteriormente fueron desestimados. CNN está intentando comprobar con las autoridades en California en qué situación está el caso.
“Yo soy inocente, nunca he hecho nada criminal. En este país lo que quiero es sacar adelante a mis hijos”, asegura el hombre mientras sostiene los documentos judiciales.
El caso de Reyes no es aislado y se enmarca en las políticas migratorias de EE.UU. que tienen lugar desde que asumió la actual administración. Y en las últimas semanas, ICE ha intensificado el despliegue de agentes en todo el país, mientras que el Gobierno de Trump también ha recurrido a varias agencias federales para reforzar las operaciones de control migratorio y aumentar las detenciones.
Javier Hernández, director ejecutivo de la coalición Justicia para Inmigrantes (ICIJ, por sus siglas en inglés) explicó a CNN que la familia huyó hacia Estados Unidos por persecución política en Nicaragua. “El señor Roberto y su familia fueron parte de protestas políticas en su país. Desafortunadamente lo arrestaron en una de esas protestas y después de ahí ya estaba siendo perseguido por el Gobierno”, dijo.
A Estados Unidos entraron con un parole -dijo el director de ICIJ- un permiso que obtuvieron a través de la aplicación CBP One, una herramienta que luego anuló el Gobierno de Trump. “Ellos tienen un caso migratorio que desafortunadamente para poder seguirlo no tenían los recursos, un abogado estaba cobrando US$ 25.000”, agregó.
Hernández aseguró que buscan tomar su caso como organización, o bien que alguna de las organizaciones o abogados con los que trabajan le den curso legal.
En los últimos días, la coalición le dio ayuda a la familia y los asistió en sus necesidades básicas: desde comida y productos de higiene, hasta asistencia para poder sacar la basura, algo que por temor habían evitado, dijo Hernández.
Gabriela es hija de Reyes y la mayor de tres hermanos. Tiene 12 años. El día en que su padre fue perseguido por las autoridades, ella estaba del otro lado de la puerta junto a su madre.
Hace días que tiene miedo, cuenta, porque piensa “que van a venir y van a tumbar la puerta”. El sueño más grande que tiene es consecuencia de su situación actual: quiere convertirse en abogada y ayudar a sus padres, le dice a CNN.
Mientras tanto, Roberto Reyes y su familia pasan sus días con desesperación, temor e incertidumbre por lo que puede pasar si intentan retomar su vida habitual. Reyes desea que su peor pesadilla y su mayor miedo no se hagan realidad: que las autoridades lo separen de sus hijos y su esposa.
Con información de Michael Williams y Priscilla Alvarez.
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