Por Manuela Castro, CNN en Español

El Movimiento al Socialismo (MAS) llega completamente fragmentado y debilitado a las elecciones generales de este domingo 17 de agosto en Bolivia.

Mientras que el presidente Luis Arce decidió no presentarse a una reelección, Evo Morales llamó al sufragio nulo y los dos candidatos, Andrónico Rodríguez y Eduardo del Castillo, que buscan rescatar al votante del histórico partido llegan con pocas chances o casi nulas de imponerse.

Después de 20 años casi sin interrupciones en el poder, el MAS enfrenta hoy divisiones internas irreconciliables, mientras el país atraviesa una de sus peores crisis económicas.

La inflación se ubica en niveles récord —cerca del 25% interanual, según cifras oficiales, y más de 16% en lo que va del año— y la escasez de dólares y combustible genera un clima de tensión social y protestas.

Y, por su parte, la disputa entre el presidente Luis Arce y el líder cocalero terminó con ambos dirigentes fuera de la contienda y sin un candidato que concentre los votos de la izquierda.

Con Morales imposibilitado de presentarse -luego de que su nuevo espacio político no lograra personería jurídica a tiempo y el Tribunal Supremo de Justicia declarara inconstitucional una tercera reelección- y Arce optara quedarse afuera, ¿qué queda entonces del MAS en estas elecciones?

Andrónico Rodríguez se suponía, sería el heredero natural de Evo Morales.

“Hijo de madre de pollera y un padre agricultor”, el candidato se presenta en sus redes sociales haciendo alusión a su identidad campesina y sus orígenes humildes.

Politólogo de 36 años, nació en la provincia del Chapare y relató en diferentes oportunidades cómo su vocación política se impuso a lo largo de toda su vida. Fue dirigente estudiantil en la Universidad y un joven referente en las filas sindicales cocaleras.

Como dirigente en las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, organizaciones campesinas que nuclean a los productores de coca y otros cultivos de la región, conoció a Evo y, en 2018, fue nombrado vicepresidente de la organización.

Al año siguiente, en 2019, logró un fuerte protagonismo en el MAS como parte de la resistencia durante el exilio de Morales y en 2020, fue nombrado presidente del Senado, cargo que ostenta en la actualidad.

“Soy el tercer hombre fuerte del gobierno boliviano”, decía entonces.

Sin embargo, quien podría haber sido el candidato de unidad del MAS terminó presentándose con una lista independiente: Alianza Popular.

Andrónico nunca logró el visto bueno del expresidente Morales -que quería ser candidato para buscar un cuarto mandato- y terminó siendo tratado de traidor por el evismo y como “más de lo mismo” por la oposición.

A lo largo de la campaña, el candidato fue perdiendo intención de votos y no pareciera tener posibilidad de llegar a una segunda vuelta.

Con la negativa de Luis Arce a presentarse para una reelección, Eduardo del Castillo se convirtió en la apuesta oficialista para encabezar la lista del MAS.

Al igual que Andrónico, Del Castillo es un dirigente joven que creció en las filas del partido y llegó a ocupar el cargo de ministro de Gobierno en la actual administración, puesto al que renunció recientemente para lanzar su candidatura.

Propuesto por Arce, recibió el respaldo del “Pacto de Unidad”, una alianza de organizaciones sociales y sindicales afines al MAS pero enfrentadas con Evo Morales. El líder cocalero no lo reconoció como candidato y afirmó que su designación fue fruto de “un dedazo”, mientras que desde el Pacto de Unidad defendieron que se trató de una decisión “orgánica y política”.

La figura de Del Castillo simboliza la fragmentación del MAS: representa al sector leal a Arce y es incapaz de articular un frente común con los seguidores de Evo.

En los momentos de mayor tensión en la interna, llegó incluso a acusar al expresidente de fingir un intento de magnicidio en un confuso episodio en octubre de 2024, luego de que desde un vehículo en el que circulaba Morales se disparara a agentes policiales que realizaban un control antidrogas en una carretera en Cochabamba. Morales rechaza las acusaciones y dijo que el gobierno de Arce busca convertir en victimario a la víctima.

Ahora, Del Castillo podría convertirse en la cara de la derrota del MAS. Llega a los comicios con posibilidades casi nulas de imponerse.

No se espera que este domingo haya un ganador en primera vuelta, sino que se definan los dos candidatos que competirán en un balotaje previsto para octubre.

Pero estos comicios podrían marcar el fin de un ciclo político que mantuvo al MAS en el poder durante dos décadas.

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