Por Simone McCarthy, Nectar Gan y Rhea Mogul, CNN

El líder chino, Xi Jinping, le dijo a su par indio Narendra Modi que la “elección correcta” es que sus países sean amigos, cuando ambos se reunieron en China por primera vez en siete años, lo que supone un nuevo hito en el incipiente acercamiento entre las naciones más pobladas del mundo, acelerado por las fricciones compartidas con Estados Unidos.

La esperada reunión del domingo entre Xi y Modi, celebrada al margen de una cumbre regional en la ciudad portuaria oriental de Tianjin, se produce en un momento en que ambos países se enfrentan a los duros aranceles impuestos por Estados Unidos en el marco de la guerra comercial mundial del presidente Donald Trump, así como al escrutinio occidental sobre sus relaciones con Rusia mientras la guerra en Ucrania sigue su curso.

“El mundo actual se ve arrastrado por transformaciones que solo se producen una vez cada siglo”, dijo Xi a Modi en sus palabras de apertura, mientras ambos líderes se sentaban cara a cara, flanqueados por sus funcionarios. “La situación internacional es fluida y caótica”, añadió.

“Es la elección correcta para ambas partes ser amigos que mantienen buenas relaciones de vecindad y amistad, socios que se ayudan mutuamente a alcanzar el éxito, y que el dragón y el elefante bailen juntos”, afirmó Xi, refiriéndose a los símbolos tradicionales de ambas naciones. “Siempre que se mantengan fieles a la idea general de ser socios en lugar de rivales, (…) las relaciones entre China y la India podrán mantener la estabilidad y avanzar a largo plazo”.

Modi afirmó que la India estaba “comprometida” con el avance de las relaciones entre ambos países “sobre la base de la confianza y el respeto mutuos”, y se refirió al acercamiento entre ambas naciones, incluida la desescalada de las tensiones a lo largo de la disputada frontera del Himalaya, donde ambos países libraron una sangrienta escaramuza en 2020.

“Los intereses de 2.800 millones de personas en nuestros dos países están ligados a nuestra cooperación”, añadió.

Las señales positivas serán observadas de cerca en Washington, donde las tensiones con Nueva Delhi amenazan con descarrilar años de esfuerzos diplomáticos por profundizar los lazos con India como contrapeso clave a una China en ascenso y cada vez más asertiva, unas cirunstancias que hacen más importante la reunión para Xi.

A principios de agosto, Trump impuso fuertes sanciones económicas a India: primero aranceles del 25 % a sus importaciones a Estados Unidos y luego un 25 % adicional como castigo por comprar petróleo y gas rusos, que Washington considera una fuente clave de financiamiento de la guerra de Vladimir Putin en Ucrania. Tanto China como India son grandes compradores de petróleo ruso, aunque Beijing aún no ha sido objeto de tales medidas.

Modi dijo que el sábado habló con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y “compartieron puntos de vista sobre el conflicto en curso”. India ha reiterado que no toma partido en la guerra.

Las compras de petróleo de la India podrían ser un tema de conversaciópn el lunes, cuando se espera que Modi mantenga conversaciones bilaterales con Putin, como parte de su participación en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), respaldada por Beijing y Moscú.

La OCS incluye a China, Rusia, India, Irán, Pakistán, Belarús, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, además de países socios y observadores. Funcionarios chinos destacaron que más de 20 líderes de Asia y Medio Oriente participan este año.

Xi ofreció el domingo una cena de bienvenida a los asistentes, donde exhibió su cercanía con Putin. Imágenes de la agencia estatal rusa RIA mostraron a ambos gesticulando y sonriendo animadamente mientras conversaban, una imagen diferente del líder chino, generalmente de pocos gestos.

Ambos caminaron hombro con hombro tras posar junto a otros mandatarios, y Xi le hizo un gesto a Putin para que camine con él, según mostraron videos difundidos por el Kremlin.

La reunión de la OCS es la primera oportunidad de Xi y Putin para verse en persona desde que el mandatario ruso participó en la cumbre con Trump en Alaska a comienzos de mes, como parte de la iniciativa del presidente estadounidense para poner fin a la guerra en Ucrania. Xi y Putin “discutieron los más recientes contactos” entre EE.UU. y Rusia durante una “detallada conversación”, reportó la prensa estatal rusa este domingo, citando al funcionario del Kremlin Yury Shakov.

Putin viajó a Tianjin este domingo en medio de crecientes presiones de líderes occidentales para que termine la invasión, que ya supera los tres años y medio.

Se considera que Beijing está deseando que las nuevas tensiones entre Trump y Modi reduzcan los florecientes lazos de seguridad entre Estados Unidos y la India. Los funcionarios chinos han observado con inquietud la intensificación del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral entre la India, Estados Unidos y sus aliados Australia y Japón, que se considera en general como un intento de contrarrestar a China.

En su reunión con Modi, Xi subrayó que ambos países atraviesan “etapas críticas de desarrollo y rejuvenecimiento” y llamó a “centrarse en el desarrollo como el mayor denominador común, apoyándose y avanzando juntos”, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

También hizo referencia a su objetivo compartido de impulsar un orden internacional más “multipolar”, en contraste con lo que consideran el dominio de Estados Unidos y sus aliados.

Ha habido una normalización gradual de las relaciones entre India y China desde que Modi y Xi se reunieron al margen de la cumbre de los BRICS en Rusia el pasado octubre, cuando alcanzaron un acuerdo de separación militar en su frontera disputada.

En los últimos meses, ambos países acordaron reanudar vuelos directos cancelados desde la pandemia de covid-19. Beijing también autorizó a peregrinos indios el acceso a dos sitios en el Tíbet occidental por primera vez en cinco años, y reanudaron la expedición de visados turísticos.

Tras una visita del máximo diplomático chino Wang Yi a Nueva Delhi a comienzos de mes, los dos gobiernos anunciaron “diez puntos de consenso” para seguir reduciendo tensiones.

Xi y Modi también discutieron el domingo lo que está “sucediendo en el plano internacional y los retos que esto plantea”, según declaró el secretario de Relaciones Exteriores de la India, Vikram Misri, a los periodistas al margen de la OCS, cuando se le preguntó si habían hablado sobre los aranceles de Trump.

“En cierto sentido, intentaron ver cómo aprovechar eso para fomentar un mayor entendimiento entre ellos y cómo (…) impulsar las relaciones económicas y comerciales entre la India y China en medio de estos desafíos en constante evolución”, dijo Misri.

No obstante, los analistas advierten que, aunque Xi y Modi busquen estabilidad en comercio y seguridad, será difícil para Xi y Modi superar una antigua falta de confianza personal.

Las tensiones subyacentes entre India y China se intensificaron en 2020 tras un conflicto mortal en su disputada frontera del Himalaya, en el que murieron 20 soldados indios y cuatro chinos en combate cuerpo a cuerpo. Ambos países mantienen una fuerte presencia militar a lo largo de la Línea de Control Real, de 3.379 kilómetros, una frontera no delimitada que ha sido fuente constante de fricciones desde la guerra de 1962.

Aun así, el domingo ambos líderes parecieron dispuestos a marcar el inicio de una etapa más cordial.

En un comunicado publicado por India tras la reunión se decía que ambos habían reafirmado que “sus diferencias no deben convertirse en disputas” y que su “relación estable y cooperación” era necesaria para el crecimiento y el desarrollo de ambos países, así como para un mundo multipolar.

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Anna Chernova y Yong Xiong de CNN contribuyeron a este reportaje.