Por Danya Gainor, CNN

La conversación sobre operativos inminentes de inmigración aumenta en Chicago, mientras los esfuerzos de deportación se intensificaron en Boston y el zar de la frontera prometió una ofensiva mucho más amplia en los próximos días.

El Departamento de Seguridad Nacional anunció este lunes al mediodía en X el lanzamiento de la “Operación Midway Blitz” para “apuntar contra los inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales que llegaron a Chicago e Illinois porque sabían que el gobernador (J.B.) Pritzker y sus políticas de ciudad santuario los protegerían y les permitirían andar libres en las calles de Estados Unidos”.

“Pueden esperar acción en la mayoría de las ciudades santuario del país”, dijo a CNN el zar de la frontera Tom Homan el domingo, calificando como “áreas problemáticas” los próximos objetivos de la amplia agenda nacional de deportaciones que ayudó a impulsar al presidente Donald Trump a un segundo mandato, pero que la mayoría de los estadounidenses rechaza.

En paralelo a esos movimientos, más ciudades gobernadas por demócratas también se preparan para que el Gobierno de Trump decida —“en uno o dos días”, dijo el presidente el domingo— dónde desplegar más efectivos de la Guardia Nacional para combatir el crimen violento, un supuesto problema que la Casa Blanca a veces ha vinculado con la inmigración.

El Departamento de Seguridad Nacional culpó el domingo a la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, por las políticas de santuario que, según dijo, “no solo atraen y albergan criminales, sino que también ponen estas amenazas a la seguridad pública por encima de los intereses de los ciudadanos estadounidenses respetuosos de la ley”. Cruzar la frontera o quedarse más allá del tiempo permitido en una visa y estar indocumentado en Estados Unidos, por lo general, es una infracción civil, no un delito penal.

Las operaciones en Boston y Chicago siguen el modelo de las redadas migratorias de junio en Los Ángeles que la Corte Suprema avaló este lunes. También siguen a la redada masiva de la semana pasada en una enorme planta de fabricación de Hyundai en el sureste de Georgia que, aunque no está en una ciudad santuario, Homan calificó como un anticipo de lo que vendrá.

En Washington, donde más de 2.200 efectivos armados de la Guardia Nacional han patrullado durante semanas, las autoridades demandaron al Gobierno de Trump, acusando al presidente de violar la Constitución y la ley federal al enviar soldados a la ciudad sin el consentimiento de los líderes locales.

La demanda, presentada el jueves por la fiscalía general de la ciudad de Washington, sostiene que las tropas —muchas provenientes de otros estados— han sido designadas como agentes por la oficina de los US Marshals y están patrullando vecindarios, realizando registros y detenciones, pese a que las leyes federales en general prohíben que los militares actúen como policía local.

El Gobierno de Trump ha promocionado sus esfuerzos en la capital, señalando una fuerte caída en el crimen violento desde que aumentó la aplicación de la ley federal el mes pasado. Pero los críticos sostienen que el despliegue de la Guardia Nacional es innecesario y costoso, con los contribuyentes pagando un estimado de US$ 1 millón al día, mientras los militares se toman fotos con turistas, recogen basura y esparcen mantillo.

Trump también ha criticado repetidamente a la vecina Baltimore por su crimen, calificando a la ciudad de “infierno” y sugiriendo que allí también podría desplegarse la Guardia Nacional.

“No necesitamos una ocupación”, dijo el domingo el alcalde de Baltimore, Brandon Scott, a Manu Raju de CNN. Scott afirmó que exploraría todas las opciones cuando se le preguntó si firmaría un decreto como el de Chicago, que indica a la policía local no cooperar con las fuerzas federales de inmigración en caso de que se desplieguen.

El domingo por la noche, Trump dijo a periodistas que Chicago es un “lugar muy peligroso”, aumentando la expectativa de militares allí. El presidente aseguró que podría “arreglar Chicago muy rápido”, aunque evitó comprometerse a desplegar a la Guardia.

A la mañana siguiente, arremetió contra el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, cuestionando la supuesta aversión del demócrata a la intervención federal: “¿POR QUÉ???… Solo los criminales resultarán afectados” por cualquier operativo federal, escribió Trump en su red social, y agregó que el crimen “¡SOLO VA A EMPEORAR!”.

Pritzker calificó esta semana a Trump como “un dictador frustrado” y sugirió en una entrevista con MSNBC: “¿Por qué no ayudarnos proporcionando agentes del ATF, la gente que puede interceptar armas?”, en referencia a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.

Según cifras preliminares de la policía, siete personas murieron en Chicago entre la noche del viernes y el domingo; al menos seis de las víctimas eran hombres de entre 21 y 42 años.

Aun así, los homicidios en la ciudad bajaron un 34,2 % este año hasta el 6 de septiembre en comparación con el mismo periodo de 2024: 237 muertes en 2025, de acuerdo con datos de la alcaldía.

La ciudad de Chicago se ha preparado por más de una semana para los despliegues de la Guardia Nacional y las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), desde el gobernador alistándose para una batalla judicial hasta organizadores de desfiles posponiendo eventos.

En el Lower West Side de Chicago, el inicio de las celebraciones del Día de la Independencia de México suele marcar un fin de semana bullicioso de fiestas y desfiles que atraen a cientos de miles de asistentes.

Aunque algunas multitudes se reunieron el sábado ondeando banderas verdes, blancas y rojas en las calles del barrio predominantemente latino de Pilsen, persistió una corriente subyacente de precaución.

Mientras artistas disfrazados y niños con canastas de golosinas desfilaban por la comunidad, silbatos de color naranja brillante colgaban de sus cuellos, cada uno listo para cortar la música si aparecían agentes federales de inmigración.

En otros lugares, las celebraciones fueron silenciosas.

En Wauconda, un pueblo en el noroeste de Chicago, el Festival Anual de la Herencia Latina fue cancelado debido a “la reciente situación climática y las preocupaciones de inmigración en nuestra área”, avisó el Departamento de Policía de Wauconda en una publicación en las redes sociales el viernes.

Uno de los eventos más grandes de las Fiestas Patrias, el desfile por el Día de la Independencia de México en Waukegan, ha sido pospuesto por primera vez en sus 30 años de historia del 14 de septiembre al 1 de noviembre.

El festival se celebra cada año en el suburbio a lo largo del lago Michigan, justo al norte de la base naval de los Grandes Lagos, la instalación que el gobernador J.B. Pritzker dijo que Trump usará como centro de comando para los agentes de inmigración entrantes.

Las comunidades de toda la ciudad se están preparando para la presencia de ICE repartiendo volantes que recuerdan a las familias que tienen derecho a permanecer en silencio, que no están obligados a dar su consentimiento para un registro y que pueden negarse a compartir su lugar de nacimiento o estado de ciudadanía, entre otros derechos.

En Pilsen, el barrio se reunió este fin de semana para celebrar la cultura latina, eligiendo la alegría a pesar del miedo.

“Creo que ahora más que nunca es cuando necesitamos demostrar que estamos unidos y somos una comunidad”, manifestó Araceli Lucio, residente de mucho tiempo en el área.

Alison Main, Samantha Waldenberg y Gabe Cohen de CNN contribuyeron a este informe.

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