El tifón Ragasa toca tierra en China como huracán de categoría 3: hay 17 muertos en Taiwán y casi dos millones de evacuados
Por Jessie Yeung y Wayne Chang, CNN
Casi dos millones de personas en el sur de China han sido evacuadas ante el paso de un potente tifón por una de las costas más densamente pobladas del mundo, tras haber provocado inundaciones mortales en Taiwán.
El tifón Ragasa, que hace unos días era la tormenta más fuerte del planeta en lo que va de año, paralizó este miércoles el centro financiero de Hong Kong y amplias zonas del sur de China, tras arrasar islas remotas de Filipinas y regiones montañosas de Taiwán.
Con vientos huracanados, la tormenta ha dejado una estela de daños, provocado deslizamientos de tierra, inundaciones y enormes olas, y ahora se dirige hacia la provincia china de Guangdong, donde se encuentran grandes ciudades como Shenzhen y Guangzhou.
En Taiwán, al menos 17 personas han muerto y los rescatistas intentaban localizar a otras 17 que seguían desaparecidas en la tarde del miércoles, hora local, después de que una presa natural que contenía un lago recién formado se derrumbara el día anterior, liberando 68 millones de toneladas de agua e inundando el cercano municipio de Guangfu.
Tocó tierra cerca de la costa de la isla de Hailing, en la ciudad de Yangjiang, provincia de Guangdong, según la Administración Meteorológica de China.
Videos de la ciudad, en el montañoso condado oriental de Hualien, muestran un torrente de agua arrasando las calles, con autos arrastrados y residentes refugiándose en pisos superiores mientras las plantas bajas de sus casas se inundan.
Los escombros de un deslizamiento de tierra en julio formaron la presa natural, y las autoridades llevaban semanas advirtiendo que el remoto lago podría desbordarse para octubre. En una conferencia de prensa el miércoles, las autoridades informaron que las evaluaciones indicaban que no era viable dragar, extraer con sifón ni retirar de ningún otro modo la barrera de la presa, por lo que optaron por monitorear la situación.
Antes de que llegara el tifón, las autoridades dijeron que habían emitido múltiples advertencias y avisos de evacuación a los residentes que podrían verse afectados si el lago se desbordaba.
Pero su predicción de octubre no tuvo en cuenta fuertes lluvias, y cualquier tifón fuerte podría haber acelerado ese proceso, dijo Kuo-Lung Wang, profesor de la Universidad Nacional Chi Nan de Taiwán.
Un gran puente en Hualien también fue arrasado por la corriente de agua tras el colapso de la presa natural.
Filipinas, Taiwán y el sur de China experimentan múltiples tifones al año, pero la crisis climática provocada por el hombre ha hecho que las tormentas sean más impredecibles y extremas.
A medida que la tormenta se acercaba al centro financiero internacional de Hong Kong la madrugada del miércoles, trajo consigo vientos huracanados que derribaron árboles y arrancaron andamios de los edificios, alcanzando ráfagas máximas de 168 kilómetros por hora (104,39 mph). Un reportero de CNN desde el terreno vio olas golpeando la acera cerca del emblemático puerto de Hong Kong.
Los servicios de emergencia ayudaron a los residentes a ponerse a salvo después de las inundaciones en Macao el miércoles. HKTVB
En una declaración a CNN, el hotel dijo que no se reportaron heridos y que el gobierno había movilizado recursos “inmediatamente” para responder.
Fotos y videos de Macao mostraron agua hasta la cintura inundando las calles de este centro turístico y de juegos de azar, a menudo considerada la ciudad más densamente poblada del planeta.
Los vientos generaron que Hong Kong y Macao —con más de 8 millones de habitantes en conjunto— emitan su alerta máxima de huracán, con escuelas, comercios y transporte público prácticamente cerrados, incluido el aeropuerto de la ciudad, uno de los más transitados de Asia. El Observatorio de Hong Kong registró marejadas ciclónicas de más de 3 metros en algunas zonas de la ciudad.
Otras ciudades a lo largo de la costa sur de China también se estaban preparando para el impacto, y las autoridades implementaron medidas para proteger a los más expuestos a marejadas ciclónicas y deslizamientos de tierra.
La tormenta tenía la fuerza equivalente a un huracán de categoría 3 mientras se dirigía hacia tierra en China continental el miércoles por la tarde, hora local.
A medida que la tormenta se acercaba al centro financiero internacional de Hong Kong la madrugada del miércoles, trajo consigo vientos huracanados que derribaron árboles y arrancaron andamios de los edificios, alcanzando ráfagas máximas de 168 kilómetros por hora (104,39 mph). Un reportero de CNN desde el terreno vio olas golpeando la acera cerca del emblemático puerto de Hong Kong.
Un video que circula en redes sociales parece mostrar cómo las marejadas ciclónicas destrozaron las puertas de cristal de un hotel junto al mar, con enormes olas que irrumpieron en el vestíbulo y arrastraron a la gente. CNN no puede verificar el video de forma independiente y se ha puesto en contacto con el hotel para obtener comentarios.
Los vientos fueron la causa por la que Hong Kong y Macao —con más de 8 millones de habitantes en conjunto— emitan su alerta máxima de huracán, con escuelas, comercios y transporte público prácticamente cerrados. Las marejadas ciclónicas podrían alcanzar hasta cuatro metros en algunas zonas el miércoles, advirtió el Observatorio de Hong Kong.
Otras ciudades de la costa sur de China también se preparan para el impacto. La provincia de Guangdong, al sur del país, evacuó a más de un millón de personas el martes por la noche antes de la llegada del tifón, y más de 10.000 embarcaciones fueron reubicadas en aguas más seguras para evitar la tormenta. Más de 38.000 bomberos están de guardia, según el medio estatal Xinhua.
Aunque esta región está altamente poblada y podría haber decenas de millones de personas afectadas por el tifón, también está bien preparada.
Estas ciudades se encuentran frecuentemente en trayectorias de tormentas y han desarrollado infraestructura sofisticada para combatir los peligros relacionados con el clima, incluida una vasta red de drenaje de US$ 3.800 millones que ha salvado a Hong Kong de inundaciones que hace décadas rutinariamente costaban vidas y causaban una destrucción generalizada.
Este año ha sido particularmente tormentoso. Hong Kong suele experimentar unos seis tifones al año, pero Ragasa marca el noveno tifón en lo que va de año, según la Universidad de la Ciudad de Hong Kong.
El cambio climático está haciendo que las tormentas de esta escala no sólo sean más comunes sino también más poderosas, según Johnny Chan, científico atmosférico del Centro de Investigación Colaborativa de Tifones de Asia y el Pacífico.
“Debido al calentamiento global, habrá más humedad en la atmósfera y la temperatura del agua también es alta, por lo tanto… una vez que se desarrolla la tormenta, tiene más energía”, dijo Chan.
Advirtió que las ciudades de Asia necesitarían actualizar continuamente sus códigos de construcción para hacer frente a vientos más fuertes, niveles del mar más elevados y tifones más intensos.
“La mayoría de los códigos de construcción fueron diseñados con base en datos pasados, pero estos datos ya no serán precisos en el futuro”, dijo.
Al menos siete pescadores murieron después de que un barco volcara frente a la costa de Luzón el lunes, según la Agencia de Información estatal de Filipinas.
Otra tormenta llamada Opong se está intensificando ahora en Filipinas después de Ragasa y la temporada de tifones aún tiene muchos meses por delante.
Samra Zulfaqar, Dhruv Tikekar, Nectar Gan, Chris Lau y Fred He contribuyeron con el reportaje
The-CNN-Wire
™ & © 2025 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.