El futuro de Alligator Alcatraz depende de una gran pregunta
Por Catherine E. Shoichet, CNN
¿Quién está a cargo de Alligator Alcatraz?
Desde que el controvertido centro de detención abrió sus puertas en los Everglades de Florida a principios de este verano, los inmigrantes detenidos allí, grupos de defensa de sus derechos y dos jueces federales han hecho esta pregunta en repetidas ocasiones.
La respuesta podría ser clave en una batalla legal sobre el destino de la instalación. Y también tiene implicaciones más importantes.
Las autoridades estatales y federales han descrito a Alligator Alcatraz como una alianza destinada a fortalecer los esfuerzos de la administración de Trump para combatir la inmigración ilegal. Florida afirma que opera el centro de detención temporal en virtud de acuerdos entre agencias estatales y locales y el ICE.
Sin embargo, en lo que respecta a las operaciones diarias en las instalaciones y a las decisiones sobre quiénes están detenidos allí, las autoridades federales han afirmado que el estado está al mando.
Los críticos afirman que la confusión sobre la responsabilidad final del centro no es simplemente un asunto burocrático. Argumentan que genera inquietudes sobre la rendición de cuentas y la supervisión, ya que la vida de los detenidos pende de un hilo.
A continuación analizamos tres razones clave por las que la cuestión de quién está al mando es tan importante.
En una demanda federal, grupos ambientalistas solicitaron a un juez que bloquee las operaciones y la construcción en el sitio hasta que se cumplan las leyes en la materia. El caso se centra en la cuestión de si Alligator Alcatraz es un proyecto federal.
Los grupos y una tribu nativa americana argumentan que la Ley Nacional de Política Ambiental debería aplicarse a la instalación.
Esa ley exige un análisis detallado del impacto ambiental para cualquier “acción federal importante”. Los demandantes argumentan que nada de eso ocurrió antes de la construcción de Alligator Alcatraz.
“Simplemente lo eludieron por completo al decir que esto es administrado por el estado”, dice Thomas Kennedy, consultor de la Coalición de Inmigrantes de Florida, que se opone al centro de detención.
Los abogados que representan a Florida y al Gobierno federal argumentan que el centro de detención, que se construyó en cuestión de días este verano, nunca tuvo que seguir esas regulaciones porque la construcción y el funcionamiento de las instalaciones están bajo control estatal.
“El ICE no ordenó, supervisó ni dirigió la construcción de las instalaciones. El ICE no influyó ni ha influido en el número de detenidos en las instalaciones. El estado de Florida tiene total discreción para decidir quiénes están detenidos en estas instalaciones”, declaró Santiago Fuentes, subdirector de la Oficina de Campo del ICE, en una declaración firmada incluida en los registros judiciales.
Según Associated Press, un abogado que representa al grupo ambientalista ha argumentado que el propósito de la instalación es la aplicación de las leyes de inmigración, una función federal.
También han surgido preguntas sobre quién hace qué en las instalaciones en relación con otra demanda federal, que se centra en el acceso de los detenidos a sus abogados.
Existe “confusión sobre quién dirige exactamente Alligator Alcatraz”, declaró el juez federal de distrito Rodolfo A. Ruiz II en una audiencia en julio. “¿Quién hace qué en estas instalaciones?”.
En respuesta a sus preguntas, los funcionarios presentaron documentación que muestra acuerdos entre varias agencias de Florida y ICE.
Ruiz desestimó parte de esa demanda este lunes por la noche y también trasladó el caso a una jurisdicción diferente, por lo que es probable que las batallas legales sobre la instalación continúen.
En el caso ambiental, se espera que la jueza de distrito estadounidense Kathleen Williams emita una orden esta semana. Y ya ha bloqueado temporalmente la construcción adicional en el sitio.
Si se pone del lado de los demandantes y emite una orden preliminar esta semana, los días de Alligator Alcatraz podrían estar contados. Entre las opciones que Williams está considerando se encuentra el cierre total de las instalaciones.
Cuando surgen quejas sobre las condiciones en un centro de detención de inmigrantes, o cuando surgen problemas en casos de detenidos individuales, es importante que los legisladores, los miembros del público y los familiares y representantes legales de los detenidos sepan a quién contactar.
Normalmente, el sitio web del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) contiene información básica sobre sus centros de detención, incluyendo un localizador de detenidos y detalles sobre las visitas de familiares y abogados, según Claire Trickler-McNulty, exfuncionaria del ICE y el DHS que colaboró en la elaboración de políticas de detención en administraciones anteriores. Trickler-McNulty señala que Alligator Alcatraz no figura en la lista.
“Como no es realmente, oficialmente, una instalación del ICE, gran parte de la infraestructura construida no es aplicable. Así que es como estar flotando en la oscuridad”, dice. “Es muy preocupante… Es confuso y también frustrante, porque es muy turbio”.
Los familiares de los detenidos dijeron a CNN que han tenido dificultades para averiguar si sus seres queridos están detenidos en Alligator Alcatraz.
Y los críticos han planteado numerosas preocupaciones sobre las instalaciones desde su apertura, con informes de cientos de inmigrantes confinados en jaulas en medio de un calor sofocante, plagas de insectos y comidas escasas.
El estado de Florida ha respondido, afirmando que las condiciones en el campamento son “buenas” y que las afirmaciones contrarias son falsas. El Departamento de Seguridad Nacional ha denunciado lo que denomina “engaños” sobre las instalaciones.
“Los medios de comunicación están desesperados por que las acusaciones de condiciones inhumanas en estas instalaciones sean ciertas, para poder frenar las colaboraciones del presidente Trump con los estados”, dijo la subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin, en una declaración reciente.
Pero los grupos defensores de los derechos de los inmigrantes argumentan que la confusión sobre quién está a cargo de las instalaciones tiene consecuencias muy reales.
“Esto genera muchas alarmas, porque queremos asegurarnos de que todos rindan cuentas”, dice Nery López, organizadora principal de la Red de Vigilancia de las Detenciones. “No sabemos a quién exigir responsabilidades. No hay un número de teléfono para que alguien entre y verifique” cuando se hacen acusaciones sobre las condiciones en el interior.
Kennedy describe la instalación como un “sitio negro”.
“Los detenidos y sus familiares se sienten como si estuvieran en un limbo legal completo mientras están dentro”, afirma.
McLaughlin cuestionó esa caracterización.
“Más bulos sobre Alligator Alcatraz. No es un centro clandestino de detención”, manifestó a CNN en una declaración escrita. “El centro está gestionado por el estado de Florida a través de la División de Gestión de Emergencias. Los detenidos tienen acceso a teléfonos que pueden usar para contactar a sus familiares y abogados. Además, Alligator Alcatraz cumple con los estándares federales de detención”.
Los debates y batallas legales sobre Alligator Alcatraz podrían tener implicaciones mucho más allá del centro de detención de inmigrantes de Florida.
“Se considera un campo de pruebas”, dice Trickler-McNulty.
Esto se debe a que los funcionarios han señalado repetidamente la instalación como un modelo que esperan que otros estados sigan.
“Florida fue única en lo que nos presentó, y le pediría a todos los demás gobernadores que hicieran exactamente lo mismo”, dijo la secretaria del DHS, Kristi Noem, después de visitar las instalaciones en julio.
“Este es un modelo, pero necesitamos que otros estados sigan su ejemplo”, añadió el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Menos de dos semanas después, Noem dijo a los periodistas que estaba en conversaciones con varios estados que quieren construir instalaciones similares.
“Estoy manteniendo conversaciones continuas con otros cinco gobernadores”, afirmó Noem.
Poco más de un mes después de que Alligator Alcatraz comenzara a operar, Noem anunció la apertura de un centro similar en Indiana. Las autoridades informaron que el centro, apodado “Speedway Slammer” por el famoso circuito de Indianápolis Motor Speedway, ubicado al sur, contaría con 1.000 camas para inmigrantes detenidos.
Y el martes, el Departamento de Seguridad Nacional anunció planes para una expansión de 280 camas del espacio de detención del ICE en el Work Ethic Camp en McCook, Nebraska, describiendo la medida como su tercera asociación estatal.
La semana pasada, DeSantis también anunció que Florida abriría otra instalación en una antigua prisión en la parte norte del estado, “basándose en el éxito que el estado ha tenido con Alligator Alcatraz”.
La rápida expansión de los centros de detención hace que la confusión sobre quién está a cargo en Alligator Alcatraz sea aún más preocupante, dice López.
“¿Será esto lo que ocurrirá también en otras zonas? Habrá más preguntas en el aire, y es realmente muy peligroso”, afirma.
Incluso si los desafíos legales contra Alligator Alcatraz tienen éxito y un juez impide que las instalaciones funcionen, apunta Kennedy, está claro que las autoridades tienen la intención de utilizar este enfoque en otros lugares.
“Es un modelo aterrador”, dice.
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