Por Tim Lister y Daria Tarasova-Markina, CNN

Un fuerte aumento en los ataques ucranianos contra refinerías de petróleo rusas ha llevado los precios de la gasolina en Rusia a niveles récord, a pesar de que el Gobierno prohibió las exportaciones de gasolina para enfrentar la crisis.

Ucrania está dirigiendo ataques con drones a refinerías, estaciones de bombeo y trenes de combustible, con el objetivo de debilitar la maquinaria bélica rusa y también de afectar la vida cotidiana en Rusia. El verano es la temporada de mayor demanda de gasolina entre conductores y agricultores rusos.

Los drones ucranianos han atacado al menos diez instalaciones clave de energía rusas solo este mes, según un recuento de ataques realizado por CNN.

La estrategia parece estar dando resultados. Las refinerías afectadas representan más de 44 millones de toneladas de productos al año, es decir, más del 10 % de la capacidad rusa, de acuerdo con el servicio de inteligencia de Ucrania.

Entre los objetivos se encuentra la enorme refinería de Lukoil en Volgogrado, la mayor del sur de Rusia. CNN verificó la ubicación de columnas de humo saliendo de la planta, que fue atacada en la madrugada del 14 de agosto. El Ministerio de Defensa ruso reconoció daños en la planta, que volvió a ser atacada el 19 de agosto.

Otra gran refinería en Saratov, también en el sur de Rusia, fue atacada a principios de mes. Además, según Robert Brovdi, comandante de Sistemas No Tripulados de Ucrania, este sábado seguían ardiendo incendios en otra refinería en la región de Rostov, más de dos días después de haber sido impactada.

Se ha reportado escasez de gasolina en varias regiones rusas y en Crimea, territorio ocupado por Rusia. El gobernador designado por Moscú, Sergey Aksyonov, atribuyó la escasez a “problemas logísticos” y aseguró que el Gobierno está “tomando todas las medidas posibles para adquirir el combustible necesario y estabilizar los precios”.

Un activista del grupo proucraniano Cinta Amarilla en Crimea afirmó en Telegram que la gasolina más popular había desaparecido y agregó: “Saber que esto es resultado del buen trabajo de los drones en la economía rusa no me entristece”.

A pesar de los subsidios estatales, los consumidores rusos pagan más en las estaciones de servicio. Los precios mayoristas de la gasolina en la bolsa de San Petersburgo han subido casi un 10 % este mes y cerca de un 50 % desde principios de año.

Gran parte de ese aumento se traslada a los consumidores, especialmente en el Lejano Oriente ruso. Analistas prevén que no habrá alivio al menos durante un mes, aunque el Gobierno ruso prohibió la exportación de gasolina a finales de julio, lo que a su vez incrementó las exportaciones de crudo.

“Lamentablemente, nuestro pronóstico es desfavorable por ahora: probablemente habrá que esperar al menos un mes más para que bajen los precios”, dijo Sergey Frolov, socio gerente de NEFT Research, al diario ruso Kommersant. El periódico atribuyó el alza de precios de este mes a “accidentes en refinerías de petróleo”.

Las fuerzas armadas se ven menos afectadas porque su demanda principal es de diésel, cuyo suministro ha sido menos impactado.

Las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia ucranianos han desarrollado ataques de largo alcance con drones, misiles y sabotaje, mientras en tierra se libra un conflicto diferente. Las fuerzas armadas ucranianas afirmaron este mes que los ataques de largo alcance en 2025 han causado daños por US$ 74.000 millones, con casi el 40 % de los ataques a más de 500 kilómetros dentro de Rusia.

No es posible verificar esas cifras, pero abundan las pruebas visuales de daños a refinerías, tanques de almacenamiento y estaciones de bombeo en los últimos meses. Las sanciones europeas y estadounidenses complican la reparación de esa infraestructura.

En un informe reciente, el servicio de inteligencia exterior de Ucrania indicó que empresas rusas compran urgentemente petróleo a Belarús para abordar la escasez interna. La refinería estatal de Belarús Belneftekhim informó que en la última semana “el interés por los productos petroleros del país en el mercado ruso ha aumentado”.

Ucrania también busca obstaculizar las exportaciones rusas de petróleo. La semana pasada, drones ucranianos atacaron el oleoducto Druzhba, que suministra crudo ruso a Hungría y Eslovaquia, dos países de la Unión Europea con gobiernos cercanos a Moscú.

Ambos países se quejaron ante la UE, señalando que “con estos ataques, Ucrania no perjudica principalmente a Rusia, sino a Hungría y Eslovaquia”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también intervino, expresando en una nota manuscrita al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que estaba “muy enojado” por la interrupción.

Para Ucrania, bajo presión en el frente, los ataques a la industria energética rusa son una forma de contrarrestar la narrativa de Moscú de que su victoria es inevitable.

Ucrania busca ampliar su arsenal de armas de largo alcance y la semana pasada presentó un misil de crucero de fabricación nacional llamado Flamingo. El fabricante espera producir 200 al mes.

El experto en misiles Fabian Hoffman señala que, para objetivos vulnerables como las columnas de destilación de las refinerías rusas, el radio letal del Flamingo superaría los 38 metros, lo que causaría daños considerables.

“Cada misil que impacte con éxito causará mucho más daño (que las armas ucranianas actuales) gracias a su ojiva de 1.150 kilogramos”, afirma Mick Ryan, autor del blog Futura Doctrina.

“Aunque no lo llamaría una solución definitiva, tendrá un impacto significativo en la capacidad de Ucrania para dañar a Rusia”, sobre todo porque es difícil proteger todas las refinerías.

Mientras tanto, los analistas no prevén que miles de gasolineras rusas se queden sin combustible, pero consideran que la situación agravará la inflación y probablemente prolongue la prohibición de exportaciones de gasolina hasta el otoño, mientras el Kremlin intenta controlar los precios y garantizar el suministro.

The-CNN-Wire
™ & © 2025 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.

Annoa Abekah-Mensah de CNN contribuyó a este informe.